Miguel Hidalgo y Catalina Gómez, un mismo ideal: ¡Patria y libertad!

Gerardo Argueta Saucedo, Cronista del Municipio de Acámbaro.

Hace 266 años, el 8 de mayo de 1753, nació en Corralejo, en lo que hoy es el municipio de Pénjamo, don Miguel Hidalgo y Costilla. Su nombre completo es el de Miguel Gregorio Antonio Hidalgo y Costilla Gallaga Mandarte Villaseñor.

Hidalgo fue el segundo de 4 hijos del matrimonio formado por Cristóbal Hidalgo y de Ana María Gallaga.

A partir de 1810 y desde el pueblo de Dolores, el Cura Hidalgo inició la lucha libertaria en la madrugada del 16 de septiembre, luego de ser descubierta la conspiración de Querétaro en contra del Gobierno Virreinal, el cual estaba vigente desde 1521. En Atotonilco tomó un estandarte con la imagen de la Virgen de Guadalupe y en Celaya se autoproclamó Capitán General. Junto con la población que lo seguía, tomó el edificio de la Alhóndiga de Granaditas en Guanajuato, el 28 de septiembre; y el 17 de octubre, entró pacíficamente a Valladolid. El 22 de octubre de 1810 en Acámbaro, recibió el grado de “Generalísimo de América” por la cúpula del Ejército Insurgente, reunida en Consejo Militar.

Sin embargo, para llegar a ese momento del 22 de octubre, fue necesaria una fecha clave, la del día 7, gracias al patriótico e invaluable apoyo que otorgó doña María Catalina Gómez de Larrondo, quien capturó en una cañada -ubicada entre las comunidades de Jaripeo y El Moral-, a una Comitiva de Autoridades Realistas que desde el día 3 provenía de la Ciudad de México con rumbo a Valladolid, hoy Morelia. Esta Comitiva estaba integrada en la parte central por Manuel Merino y Moreno, Intendente de Michoacán; Diego García Conde, Comandante de Armas de la misma Provincia, y Diego Rul, Conde de la Casa Rul de Guanajuato capital.

Para lograr esa valiente acción, doña María Catalina Gómez contó con el respaldo de los hombres de su Hacienda de nombre “San Antonio” y del Torero José Manuel Luna, quien con astucia y determinación encabezó al grupo de insurrectos.

Tras la detención de los Realistas, los Insurgentes los llevaron a un mesón en Acámbaro y ahí los custodiaron. Ya durante la noche del 7 de octubre, los reos son enviados a Celaya en donde estaba una partida de Insurgentes y el día 8, Hidalgo recibió en Guanajuato una notificación de Catalina Gómez sobre lo ocurrido en Acámbaro. A partir de ese momento, el Señor Cura decidió cambiar la ruta para ocupar la Ciudad de México. Ya no iría por Querétaro, sino por el camino de Acámbaro-Valladolid-Acámbaro-Monte de las Cruces.

Entre Valladolid y Acámbaro, Hidalgo se entrevistó con José María Morelos y Pavón, el “Siervo de la Nación” -en Charo e Indaparapeo-, y lo comisionó para insurreccionar el sur de la Nueva España. Gracias a ello y cuando Hidalgo ya no estuvo en la lucha militar, Morelos dio continuidad al proyecto independentista hasta 1815.

 Tras ganarlo todo en los primeros meses de la lucha armada, incluyendo la Batalla del Monte de las Cruces, el Ejército Insurgente de Hidalgo también enfrentó derrotas como las de Aculco y el Puente de Calderón. Es por eso que Ignacio Allende exigió a Hidalgo entregar el grado de “Generalísimo” el 25 de enero de 1811, en la hacienda de Pabellón. Allende asumió la responsabilidad política y militar del movimiento insurgente. El 21 de marzo en Acatita de Baján, los Libertadores fueron traicionados y hechos prisioneros. Hidalgo fue trasladado a Chihuahua en donde es juzgado militar y eclesiásticamente y fusilado el 30 de julio de 1811. A su muerte, tenía 58 años de edad.

Casi 10 meses y medio de lucha insurgente

Es conveniente destacar que el itinerario de Hidalgo, correspondiente a la primera etapa del movimiento independentista, abarca desde el 16 de septiembre de 1810 en Dolores hasta el fusilamiento del héroe en Chihuahua, el 30 de julio de 1811.

El resultado de las campañas militares del Padre de la Patria revela que entre Dolores y Chihuahua hubo casi  10 meses y medio, esto es, menos de 200 días; que visitó más de 60 comunidades y expidió más de 60 documentos. El 13 de diciembre de 1810, la Administración de Estados Unidos reconoció al Movimiento Insurgente. En ese entonces, hubo un Gobierno Provisional, paralelo al Virreinal. Por ello, entre el 13 de diciembre de 1810 y el 25 de enero de 1811, Hidalgo es el Jefe de un Estado en formación. Fue un “Cura Generalísimo”, único a nivel mundial.

La vida y la obra de Hidalgo, vista así en esta breve semblanza y que incluye a Acámbaro, pasando por Jaripeo y El Moral, nos indica que su legado está vigente. Gracias a su ideal y sacrificio, hoy tenemos ¡patria y libertad!.

Miguel Hidalgo, el “Generalísimo de América”

María Catalina Gómez de Larrondo, la heroína acambarense de 1810

Hidalgo junto a los principales héroes de la Independencia