Al menos 50 personas murieron y 213 resultaron heridas en una estampida en el funeral de Qassem Soleimani, el comandante iraní muerto en un ataque con aviones no tripulados de Estados Unidos la semana pasada.
Así lo informó la televisión estatal de Teherán. El entierro en la ciudad natal de Soleimani, Kerman, en el sureste de Irán, se pospuso indefinidamente. La tragedia se desarrolló cuando Irán notificó que estaba evaluando 13 escenarios posibles para las represalias en contra de Estados Unidos.
Los decesos son parte del problema interno de los iraníes para enfrentar a Estados Unidos, cuyo Presidente, Donald Trump, bloqueó por su parte la asistencia de diplomático iraní a la ONU. Trump entorpece la participación de Mohammad Javad Zarif, ministro de Relaciones Exteriores de Irán, en la sesión del 9 de enero del Consejo de Seguridad de la ONU, al negarle la visa para ingresar a Estados Unidos.
La decisión de la administración estadounidense resultaría violatoria del acuerdo de las oficinas centrales de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), establecido en 1947, que obliga a Washington a recibir a diplomáticos del mundo en su territorio nacional para cumplir con la agenda del organismo internacional.
Las muertes en el funeral de Soleimani son consideradas como una tragedia
Donald Trump mantiene su postura de enfrentar al régimen iraní, aún a través de la ONU