La D.S.C. para una sociedad digna y trascendente del hombre

Pbro. Rigoberto Beltrán Vargas, Colaborador del Periódico “El Ciudadano”…

Hablar, reflexionar y actuar desde la Doctrina Social Cristiana es un imperativo permanente para las personas, los grupos  y las comunidades que se dicen seguidoras de Jesús.

Tenemos la información de que afortunadamente en varias parroquias y foranías de nuestra Arquidiócesis de Morelia, se han venido organizando diferentes modalidades de conocimiento y puesta en práctica de la Doctrina Social de la Iglesia, sin embargo, insistir, recalcar su importancia y, dada la situación que vive nuestro país y la Arquidiócesis de Morelia en especial, es una prioridad de la cual ningún creyente está dispensado, llámesele sacerdote, religioso, religiosa o laico.

Se ha organizado en la Foranía X un curso-taller sobre este particular del día 14 al 18 de este mes de octubre en la parroquia del Señor de la Resurrección en Morelia, con el horario de 5 a 7 de la tarde. Están invitados los equipos de Pastoral Social de las parroquias integrantes pero abierto a toda persona que desee participar. Este será el inicio de un ofrecimiento de formación permanente en la Segunda Zona Pastoral de la Arquidiócesis.

Pensamos que el compartir esta iniciativa puede alentar otras actividades parecidas y con ese fin hoy recordamos algunos textos del Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia.

No. 7.- La enseñanza de la Doctrina Social es parte de la evangelización. “Difundir esta doctrina constituye, por tanto, una verdadera prioridad pastoral para que las personas, iluminadas por ella, sean capaces de interpretar la realidad de hoy y de buscar caminos apropiados para la acción”.

No. 67.- La D. S. C. tiene el valor de un instrumento de evangelización. “… Para la Iglesia enseñar y difundir la D. S. pertenece a la misión evangelizadora y forma parte esencial del mensaje cristiano… No estamos en presencia de un interés o de una acción marginal, que se añada a la misión de la Iglesia sino en el corazón de su ministerialidad…”.

No. 72.-  Naturaleza de la D. S. I. “La D. S. I. no ha sido pensada desde el principio como un sistema orgánico, sino que se ha formado en el curso del tiempo, a través de las numerosas intervenciones del Magisterio sobre temas sociales…, su  objetivo principal es interpretar esas realidades, examinando su conformidad o diferencia con lo que el Evangelio enseña acerca del  hombre y  su vocación terrena y a la vez trascendente para orientar en consecuencia la conducta cristiana”.

No. 449.- La pobreza de miles de millones de hombres y mujeres es la cuestión que más que cualquier otra, interpela nuestra conciencia humana y cristiana. “La pobreza manifiesta un dramático problema de justicia: la pobreza en sus diversas formas y consecuencias se caracteriza por un crecimiento desigual y no reconoce a cada pueblo el “igual derecho a sentarse a la mesa del banquete común”. En toda su enseñanza social, la Iglesia… confirma… otros principios fundamentales: primero entre todos el destino universal de los bienes… El principio de solidaridad… Subsidiaridad…, a los pobres se les debe mirar no como un problema, sino como los que pueden llegar a ser sujetos y protagonistas de un futuro nuevo y más humano para todo el mundo”.

Y ¿sobre quién cae esta responsabilidad?. El primer responsable del compromiso pastoral de evangelización de lo social es el Obispo, ayudado por los sacerdotes, los religiosos, las religiosas y los fieles laicos: No. 539. Creo que nos espera un largo, pero esperanzador camino.

La Doctrina Social Cristiana promueve la solidaridad

La Familia debe resultar favorecida con la enseñanza de la DSC