En el día de la Independencia, las ceremonias oficiales, todos los lunes antes de comenzar las clases, cuando juega la selección o a las doce de la noche en la radio pública, se escucha el Himno de todos los mexicanos que comienza con una estrofa que dice: “Mexicanos al grito de guerra…”.
Desde niños es una de las primeras lecciones que se aprenden en la escuela de memoria. Con más o menos oído musical, la mayoría recordará para siempre las frases del Himno Nacional. ¿Sabías que desde que se creó en el siglo XIX tuvo una vida un tanto accidentada?
Compuesto en tiempos del Expresidente Antonio López de Santa Anna (último gobierno entre 1853-1855), a raíz de un concurso, fue condenado al ostracismo después de que los liberales derrocaran al militar. Porfirio Díaz (1876-1911) lo volvió a recuperar para las ceremonias oficiales, pero no fue hasta el mandato de Manuel Ávila Camacho (1940- 1946), cuando la música y la letra quedaron oficializadas como uno de los tres símbolos patrios, junto con la bandera y el escudo nacional.
El Himno fue creado en 1854 por Francisco González Bocanegra con música de Jaime Nunó y en él, había una parte dedicada tanto a Santa Anna como a Iturbide que dejó de cantarse posteriormente. Hace poco, entre los libros que le dejó una herencia, un joven coleccionista en México encontró el ejemplar del primer Himno mexicano que subastó la casa Morton.
“Hay gente que nunca ha buscado en sus libros y bibliotecas y no sabe que tiene verdaderos tesoros”, explica a Verne Jesús Cruz Granados, Gerente del Departamento de libros de Morton Subastas. Esta primera edición, encuadernada en papel manila azul y salida de la imprenta de Vicente Segura en la Ciudad de México, junto a un fragmento de la partitura con la firma de Nunó, tienen un precio de salida de 50.000 pesos (3.000 dólares).
Estas son las estrofas que dejaron de cantarse y que aparecen en el documento:
“Del guerrero inmortal de Zempoala/ Te defiende la espada terrible/ Y sostiene su brazo invencible/ Tu sagrado pendón tricolor. / Él será del feliz mexicano/ En la paz y en la guerra el caudillo/ Porque él supo sus armas de brillo/ Circundar en los campos de honor.”
“Si a la lid contra hueste enemiga/ Nos convoca la trompa guerrera/ De Iturbide la sacra bandera/ ¡Mexicanos! valientes seguid./ Y a los fieros bridones les sirvan/ Las vencidas enseñas de alfombra/ Los laureles del triunfo den sombra/ A la frente del bravo adalid.”
El Himno Nacional Mexicano se interpretó por primera vez en público en el Teatro Nacional el 15 de septiembre de 1854 sin la presencia de Santa Anna, por lo que no se consideró oficial hasta que se tocó, al día siguiente, frente a él.
¿Qué fue de los autores del Himno, pasados los años?
Ninguno de los dos fue bien tratado por el nacionalismo mexicano, caracterizado por una fuerte hispanofobia. Jaime Nunó, de origen español, se exilió en Estados Unidos hasta su muerte y Francisco González Bocanegra, originario de San Luis Potosí y de padre español, murió de tifus a los 37 años. Ávila Camacho dio órdenes de que los restos de Nunó y de González Bocanegra “tuvieran un sepulcro de honor” en la Rotonda de los Hombres Ilustres en el Panteón de Dolores, donde actualmente se encuentran enterrados.
El fragmento de la partitura de Jaime Nunó permaneció expuesto hasta el día de la subasta, el pasado 3 de octubre a las 18.00 horas, en el Monte Athos 179 de Lomas de Chapultepec en la Ciudad de México. La letra puede apreciarse en Cerro de Mayka 115, en la colonia Lomas de Chapultepec, hasta este 9 de octubre a las 17.00 horas.
Francisco González y Jaime Nunó, autores del Himno
Imágenes de las partituras del Himno Nacional Mexicano