Alfredo Gallegos Lara
Domingo 11 de agosto de 2019
En este Evangelio, San Lucas les habla a los Apóstoles con un lenguaje tierno y en diminutivo: “no temas, rebañito mío, mi padre ha tenido a bien darte el Reino, vendan sus bienes y den limosnas a los pobres, consíganse una bolsa que no se rompa y acumulen en el cielo un tesoro que no se acaba…”.
Martin Lutero, un monje muy inteligente que se juntó con una monja, buscó en la Biblia lo que le convenía y en parte tenía razón, “el hombre no se salva por sus obras, Cristo con su muerte en la cruz y su resurrección nos abrió las puertas del cielo, peca lo que quieras y ten fe y eso te salva”, pero se le olvidó la segunda parte: “Quien te creo sin ti, no te puede salvar sin ti, la fe en nada aprovecha, sin obras buenas, mis obras prueban mi fe y tu fe sin obras ¿Qué prueban?” Decía San Juan.
Igualmente, los Obispos y sacerdotes sacan lo que les conviene: Tu eres Pedro y sobre esta piedra…”, “apacienta mis ovejas…”, “el obrero merece su salario…”, etc. Pero se les olvidó o se hacen pendejos de otras frases, que son del mismo Cristo:
“Los Reyes de este mundo los tiranizan y los explotan, que no sea así entre ustedes”.
“El que quiera ser el más grande que sea el servidor de todos…”.
“Vendan sus bienes y repártanlos entre los pobres…”.
“Amen a sus enemigos…”
“Dichosos los pobres…”
“Dichosos los que luchan por la paz…”
“Dichosos cuando sean perseguidos por mi causa…”
“Busquen el Reino de Dios y su justicia…”
“Qué difícil es que un rico se salve…”
Al ordenarse Obispos, parecen entrar a una clase divina, superior y privilegiada. Dicen muchos sacerdotes que su fortuna no es mal habida, se rodean de lujos, no tienen llenadera de casas y bienes y así no van a convencer a nadie y es el escándalo más común y peligroso para propagar la fe y sobe todo es el más visible.
Muchos tienen que ver los familiares del sacerdote y los echan a perder por su ambición desmedida, y nos hacen orgullosos, insensibles, tacaños y muchas veces mujeriegos.
Atender una parroquia pobre es un privilegio, es el medio ambiente más propicio para ser humanos, humildes, esforzados por la falta de dinero y sobre todo piadosos y eso significa libertad, tranquilidad, sencillez, sin mayores comodidades, ambiciones y preocupaciones. Cristo nos vino a liberar de la ambición y esclavitud, de las riquezas.
Padrecitos: no sean tontos, no le hagan caso a la mamá, hermanas, sobrinos y amigos que ven en nosotros una oportunidad de enriquecimiento y se convierten en nuestros principales enemigos. Dar limosnas es asegurar lo que regalamos y lo que guardamos es lo que perdemos.
La fe es la forma de poseer ya desde ahora, lo que se espera y de conocer las realidades que no se ven. Abraham cuando iba a matar a su hijo Isaac, pensó que Dios tenía poder de resucitar a los muertos.
El diablo nos hace creer que nuestra muerte está muy lejana, ¿para qué convertirnos ahora?
Los ladrones no pueden llegar al cielo, ten tu tesoro allá.
Comentario de buen humor:
Una viuda se casó con un viejito, y claro se murió pronto y le dejó la casa a la viuda.
En la luna de miel, le decía el viejito: ña ña ña, y le dice la viuda: ¿que qué?
¿Qué quieres pan con natas?
Ponte tus dientes
Y el viejito lo hace, y le dice:
¡Que’lo moldelte las nalgas!.
¡Que Dios los bendiga!.
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