Reflexión Dominical del Padre Pistolas, POBRES, PERO NO TACAÑOS.

Domingo 05 de julio de 2020.

Aparece en el evangelio de San Matero sencillez en contra de ricos poderosos y orgullosos. ¿Será que Cristo quiere la pobreza, la ignorancia y la mediocridad?.

Claro que no, simplemente que después del rechazo, hasta la muerte por parte de los sumos sacerdotes, Pilatos, escribas y fariseos, concluye Cristo que esa gente no es importante, están demasiado ocupados en buscar y conservar la riqueza. No aceptan el mensaje de Cristo, están llenos de orgullo y de desprecio a la gente pobre, pierden humanidad, piensan que todos tenemos un precio y todo lo quieren arreglar con riquezas, compran jueces y magistrados que los liberan a pesar de ser los peores delincuentes. Con mil pesos no consiguen sexo con mujeres hermosas, pero si le suben a veinte mil pesos o treinta mil pesos no hay quien se resista por dinero, venden hasta su madre y no valoran como cuando sacó muchos “demonios de un habitante de Gerasa” fuera del país de Cristo. Lejos de agradecer a Cristo, lo corrieron a pedradas por haberles permitido a esos demonios meterse a los cerdos precipitándose al mar.

Los humildes que no todos, porque entre ellos hay pendejos y cabrones, son más religiosos, nobles, dadivosos, sinceros, humanos y trabajadores, por eso los escogió a ellos para hacerlos apóstoles, discípulos. Hoy debería escoger a los premios “nobel” del mundo y a los ricachones que les sobra el dinero, pero quieren más, no tienen llenadera y pobrecitos, no tienen otros valores. No les importa la religión, las cosas del espíritu con verdaderas bestias, se la pasan tragando, paseando, emborrachando y teniendo sexo por un tiempo porque al rato, ya no canta su pájaro. “La sífilis y el sida los precipitan a la muerte, se van con las manos vacías y ¿de que le sirvió su fortuna?.

El Dios de Israel es un Dios pacifico, sin violencia, humilde, montado en un burrito, vive según el espíritu y no según la carne, no es su regla de conducta la maldad y el pecado, igual nosotros debemos hacer toda clase de bienes.

Nuestros políticos, jueces y magistrados son insensibles al dolor de las víctimas de robos, asesinatos, secuestros, extorciones de las víctimas, nuestros policías son corruptos o si no son asesinados impunemente, ni la caja de muerto les dan a las viudas. Empezando por obispos y sacerdotes debemos hacer algo, ni siquiera queremos hablar por miedo y decimos que somos el buen pastor que da la vida por las ovejas. Les decimos a las viejitas que si no firmas las escrituras de su casa a nuestro hombre, se van a condenar o cosas parecidas. Los pastores protestantes les piden a sus fieles que den mil pesos y que suban al estrado para dar una cachetada al demonio y se hacen ricos. Gracias a los pendejos, se casan con jotos y se vuelven a casar.

 Comentario de buen humor:

 Un hombre en su lecho de muerte, le dice a su mujer: “vieja” te quiero hacer una última confesión: me metí con tu mamá, tu hermana y tu sobrina, ¿lo sabias?

Claro que sí, no te preocupes, porqué crees que te di veneno, desgraciado.

¡Que Dios los bendiga!.

 

El Padre Pistolas exhorta a trabajar por los más humildes

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