Domingo 26 de julio de 2020…
Ahora se nos presenta en el evangelio otras tres parábolas de Cristo el tesoro escondido, la perla preciosa y la red que saca toda clase de peces.
El tesoro escondido, por mi experiencia he visto a quienes compran aparatos detectores de metales y se apasionan escarbando por todas partes, sin embargo les digo: el que busca no encuentra y el que encuentra, no busca. Efectivamente, para encontrar un tesoro escondido no es necesario buscarlo, basta que tengamos suerte, o más bien, la gracia divina para encontrar dicho tesoro.
Era muy común que en tiempo de guerra, no quedaba otra que esconderlo bajo tierra con la esperanza de que pasando el conflicto, si no nos mataban, regresar y sacar aquel tesoro y más que antiguamente el dinero eran monedas de oro y plata que no se destruían bajo tierra.
Ese tesoro es el tesoro que nosotros pedimos en el padre nuestro: “venga a nosotros tu reino”, es la gracia de Dios. ¿Por qué me alivio de cuanta enfermedad me sale, incluyendo el cáncer? ¿Por qué se me alivia tanta gente? Contestan algunos: “es que usted es amigo de Dios”, por eso también nunca le falta dinero para sus construcciones.
Cristo nos dijo: si Dios está contigo, quien estará contra ti; pero para ser amigo de Dios se necesita cumplir los mandamientos: nada de adulterios, nada de borracheras, nada de robar, nada de mentiras, si es posible ir a misa diario y confesarse muy seguido para no tener pecados viejos y, sobre todo, llenar una vida de trabajo y responsabilidad. Dice Cristo que él encontró el tesoro escondido, lo hizo trabajando.
También hay que vender todo lo que tenemos para adquirir el terreno y así quedarnos con todo el tesoro, nada es gratis, hay que sacrificarlo todo.
El buscador de perlas encuentra la perla preciosa, igualmente siempre será esta por la preciosa de la amistad con Dios, que también es la amistad con los prójimos. Las perlas actualmente la mayoría son artificiales, les ponen una arenita a la concha de madre perla y al pasarlas por rayos X salen con el centro con arena que decimos que tenemos con Dios, sea falsa porque no dejaron la borrachera, el adulterio, la injusticia, etc.
La parábola de la red que saca toda clase de peces, se parece a la parábola del trigo y la cizaña, hay bien y mal; personas buenas y malas y no hay que confiarse en que Dios es misericordioso y todo lo perdone, porque también es justiciero y pa’cada quien lo que se merece, por eso puso el infierno y ahí lanzó a satanás que ahora nos aguijonea. Quiere que lo acompañemos en averno, tengan mucho cuidado.
Salomón en lugar de pedir a Dios cosas en beneficio propio, pidió saber escuchar al pueblo y distinguir el bien y el mal para practicar siempre el bien, ojo obispos y gobernantes.
Comentario de buen humor:
Llega un grupo de señores con el Padre Pistolas y le piden que ruegue a Dios para que llueva mucho porque se están secando las milpas.
El domingo siguiente, se vuelven a juntar y le reclaman que también cayó granizo.
Y el Padre Pistolas, contesta: Bueno cabrones, nunca me dijeron si querían el agua fría o al tiempo.
¡Que Dios los bendiga!.
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