Reflexión Dominical del Padre Pistolas, DIOS ENVIO A SU HIJO PARA EL PERDON DE LOS PECADOS

Domingo 20 de diciembre de 2020

En este evangelio de San Lucas, se nos presenta la anunciación del Arcángel San Gabriel, uno de los 3 más importantes, a la Virgen María. Le pregunta si quería ser la madre de Dios, cosa que la virgen aceptó por bien de la humanidad entera, pero había un problema: María era virgen y comprometió seguir siendo virgen, cosa que se solucionó porque ese niño seria obra del espíritu santo.

Aunque este pasaje es el más mariano de todos, el principal protagonista, como en todos los evangelios, es Cristo y su padre celestial porque dice que “el padre celestial envió a su hijo” para borrar el pecado del mundo y nos salváramos. Entonces se trata de formar una sociedad sin pecado, feliz, y tiene Cristo tres cualidades:

  • 1º. Será grande como nadie más
  • 2º. Será llamado hijo del altísimo
  • 3º. Su reino no tendrá fin, como lo había prometido al rey David su antecesor. Lo más que ha durado un rey son 60 años, sin embargo este reino no tendrá fin.

Me gustaría que México fuera una potencia, pero una potencia moral donde dejara mi camioneta abierta y nadie me robara nada. Donde no hubiera ni asesinatos, ni secuestros, ni extorciones, donde si se perdiera mi celular en un transporte público me lo devolvieran. Estados Unidos es una potencia pero en armamentos bélicos, en el dinero, pero es el país más corrupto, son los hijos de “al capone” los más inmorales. A los 18 años, los Papás corren a los hijos para no mantenerlos, ponen a sus padres en asilos juntos con negros, drogadictos, locos y nunca los visitan; las hijas se quedan con la casa pero los corren porque el marido no los admite, los hijos se quedan  con el negocio de papá, pero sus esposas no los admiten porque si no, se divorcian y buscan otro marido.

Para lograr esta sociedad soñada, se necesita que la disciplina se practique “en casa”, que las mamás enseñen a sus hijas a lavar, planchar y hacer de comer, que enseñen a sus hijos a trabajar, a un huevón ninguna mujer lo aguanta, lo corren del trabajo; le quitan la casa y el coche que están pagando y su mujer lo hace guey, porque a un huevón, mantenido, ninguna mujer lo aguanta y ahí en la casa es en donde los muchachos se hacen honrados, respetuosos y amorosos con sus padres, hermanos y sociedad.

No es necesario meter las cosas religiosas, es mejor no robar, no ser infiel,  mentirosos, rateros y peleoneros, que lo contrario. Los psicólogos afirman que para tener un cuerpo sano, se necesita una alma sana, y muy buena vida espiritual.

Comentario de buen humor:

En un paseo, un novio le pidió a su curvilínea novia que se acostara con él; ella se negó y él le pidió perdón y le dice no te preocupes, lo que pasa es que no me gusta hacer el domingo lo que hago todos los días entre semana.

¡Que Dios los bendiga!

 

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