Alfredo Gallegos Lara
Domingo 08 de Septiembre de 2019
Hoy se nos presenta Cristo en el Evangelio, camino a Jerusalén, en donde iba a ser crucificado, exigiendo a sus discípulos una entrega total: que renuncien a los bienes materiales, a todos sus vínculos afectivos, papás, hermanos, esposas, hijos, amigos, etc. Y lo prefiéranos a él por encima de todo.
La razón es que así lo hizo él, a lo único que no renunció fue al amor del padre celestial; y el amor interesado, lo cambió por un amor desinteresado y universal: amó y ama a todos los seres humanos.
Otra condición que puso Cristo fue el sufrimiento, cargar la cruz y seguirlo, algo que no nos agrada a nadie y casi nadie lo cumple. Parece que dejar los afectos mundanos nos deja desprotegidos ante la soledad, pero no nos evita el amor, lo que nos pide es que cambiemos ese amor egoísta e interesado por el verdadero amor, sin celos, sin intereses, sin dudar, sin condiciones, un amor permanente que permanece ante toda dificultad, ante todo celo y ante todo interés material.
También la pobreza que nos pide y que él vivió y que el Santo más conocido, San Francisco de Asís, como también, San Isidro, Santa Clara, San Nicolás de Tolentino, vivieron; es muy dura, parece que quedamos desprotegidos en una mínima certidumbre para tener las necesidades básicas, yo lo he vivido toda la vida, junto $1,000.00 mil pesos de limosna a la semana y gasto $ 14,000.00 catorce mil pesos, y siempre los junto y no me falta nada. Todo es cuestión de tener fe en la Providencia y no caer en deshonestidad; tener varias casas, cuentas en el banco, carros lujosos y darse la gran vida, así nadie nos ayuda. Esto parece incomprensible, se necesita sabiduría como Salomón se lo pidió Dios, es cosa del cielo, no de la tierra.
Ante tanta violencia que hay en México, tienen un papel preponderante los papás ¿pero cuáles papás? Madres solteras que tienen que trabajar para comer, divorciados, padres, maestros y hasta sacerdotes abusadores, niños golpeados o abandonados por sus padrastros, madrastras, tíos golpeadores.
El amor produce amor, quien se sabe y se siente amado responde amado. Este paso de hacerse discípulo de Cristo debe ser totalmente voluntario y nos responsabiliza de actuar inmediatamente, no es algo romántico sino responsable. En la carta de San Pablo a Filemón, le pide que reciba a su antiguo esclavo Onésimo como a un hermano y no como un esclavo, sin meterse en políticas.
Comentario de buen humor:
La maestra de Pepito les dice: “¿Qué parte de mi cuerpo les gusta? Y yo les adivino qué serán cuando sean grandes”.
Toñito: sus ojos…oh, … Serás oculista
Rosita: Su pelo…oh…. Serás peluquera
Y tu Pepito?
Yo, maestra, acabo de descubrir que voy a ser lechero.
¡Que Dios los bendiga!.
El Padre Pistolas dice que el mayor bien es el espiritual, no el material
Alfredo Gallegos reza porque haya más amor en el mundo