Alfredo Gallegos Lara, Domingo 24 de noviembre de 2019…
Se nos presenta en San Lucas, el pasaje de la crucifixión de Cristo en un dialogo entre dos ladrones y los sumos sacerdotes que le gritaban al propio Cristo que se salvara bajándose de la cruz y que asumiera el poder como “mesías” que según Cristo mismo afirmaba que él era.
Cristo pensaba diferente y precisamente sin bajarse de la cruz, nos estaba salvando, si se baja de la cruz, hubiera sido un fracaso, no se trataba de salvarse él, sino de salvarnos a nosotros. Este mesías no utiliza desplantes militares, ni las manifestaciones portentosas sino a su sencillez, a su no violencia, a su actitud de servidor de todo el mundo.
Cristo está en contra de los abusos y explotación de los sumos sacerdotes y gobernantes que hacían en contra de los pobres y humildes.
No conozco ningún candidato que no prometa servir a los pobres, no robar y tratar con delicadeza a los ciudadanos, cosa que nadie cumple; por el contrario, roban, se ponen de parte de los poderosos y se olvidan de lo que prometieron. Cristo por lo contrario es congruente, cumplido siempre de lado de los justos y humildes.
Pilatos se negó a quitar el letrero en latín, griego y hebreo que señalaba a Cristo como Rey, aunque lo habían hecho por burla.
Los dos ladrones eran malos, pero mientras que uno se burlaba y quería sacar ventaja de que no lo mataran, el otro reconoció la realeza y divinidad de Cristo, quería un simple recordatorio y se convirtió en el primer santo reconocido que con seguridad sabemos que está en el cielo, reconoció su culpabilidad y la inocencia de Cristo: “Este, ningún mal ha hecho”.
Cristo perdona a sus verdugos: “señor, perdónalos porque no saben lo que hacen”. Cristo permanece tranquilo ante la muerte y feliz en todo momento aguantando el dolor, a sabiendas que todo era por nuestra salvación. En cambio, sacerdotes y laicos, todo mundo vive quejándose y renegando porque no tienen la casa, el carro, la ropa y hasta la amiga o amante que desean, ¡no aguantan nada!
Cristo inaugura ya el Reino en este mundo y lo inaugura con un ladrón arrepentido. Para algunos que me preguntan que, ¿Si hay Dios? ¿Cómo es Dios? ¿Si lo has visto?
La respuesta es esta: “Cristo es la imagen de Dios invisible”, fundamento de todas las cosas juntas, las criaturas del cielo con las criaturas de la tierra.
Cristo es el primero, es el Rey del universo, el primogénito, el principal, el más importante, muy por encima de cualquier santo. Nunca es tarde para arrepentirnos. Entre el techo de una casa o entre el estribo de un caballo y el suelo, hay tiempo para arrepentirse.
Comentario de buen humor:
Estaban 2 enamorados en un restaurante muy elegante y le dice el novio a la novia:
“Dime algo que se me salga el corazón”.
¿Ah sí?. Voltea, atrás de ti está tu vieja.
¡En la madre!
¡Que Dios los bendiga!.
Alfredo Gallegos recuerda que Cristo murió para salvar a los hombres
El Padre Pistolas dijo que nunca es tarde para arrepentirnos de nuestros pecados