Domingo 08 de noviembre de 2020…
Se nos presenta ahora en el evangelio de San Matero, la parábola de las 5 vírgenes prudentes que se prevén de suficiente aceite para las lámparas encendidas de una boda y 5 vírgenes y amigas de la novia que no eran previsoras y se les acabó el aceite de sus lámparas. Tuvieron que salir a media noche a buscar más aceite y lógico cuando llegaron a la casa de la novia, ya no les abrieron la puerta y se quedaron afuera de la boda.
Esta parábola la dijo Cristo a razón de una pregunta, a propósito del reino de los cielos, dando entender que se necesitan hacer muchas obras de caridad, favores, donaciones o como quieran llamarle, para cuando llegue la muerte que no sabemos ni el día ni la hora para que estemos preparados para entrar a la boda eterna con el novio que es Jesucristo.
En la vida tenemos que escoger lo que vamos a hacer, a lo que nos vamos a dedicar. ¿Qué es lo que queremos alcanzar? ¿Cuál es nuestra prioridad? Y a eso dedicar todas nuestras fuerzas, nuestro tiempo y nuestro amor para poder lograrlo.
Lo más importante es salvarnos del infierno y lograr el cielo, y para eso se necesita preparar el terreno y los medios para poder lograrlo, si no vamos a fracasar y así es todo en la vida como bajar 20 kilos de peso por estar muy panzón, lograr una carrera, un oficio, un título universitario, ser un campeón olímpico, ser un gran compositor, cantante.
Pues para lograr el cielo, se necesita aceite de lámpara, o sea, muchas obras buenas, de otro modo nos sorprende la vejez, la enfermedad y la muerte y ya es demasiado tarde cuando le queremos poner remedio.
La tranquilidad nos viene de la seguridad que tengamos de tener muchas obras, sino es inútil, aunque tengamos una buena madre, una buena familia o ambos, de un santo, sacerdote, de nada vale porque esa santidad y esos méritos son de ellos, no de nosotros.
Acostumbrémonos pues a respetar a las mujeres, a los hombres y a hacer grandes favores y caridades a todo el mundo, hagámonos amigos de Dios y lo demás es fácil. El camino es la humildad, el perdón, el sufrimiento, la pobreza, el desprendimiento, la fidelidad, la constancia, luchar por la unidad de la familia y del pueblo.
La sabiduría es más valiosa que el oro, saber cómo comportarse ante la agresión, la mentira, la avaricia, la venganza, la flojera, la borrachera, la paciencia, la obediencia, nos hace personas sabias, fieles ejemplares ante la sociedad.
Comentario de buen humor:
En una cantina estaba un señor muy romántico, que le gustaba las canciones de nostalgia.
Le pregunta un amigo: ¡oye, te gustan los tríos? Pues sí, le contesta.
Pues córrele a tu casa para que acabales uno, amigo.
¡Que Dios los bendiga!.
Alfredo Gallegos recuerda que en la vida hay que hacer buenas obras
El Padre Pistolas destaca que es básico el respeto al prójimo