REFLEXIÓN DOMINICAL DEL PADRE PISTOLAS.

Domingo 25 de septiembre de 2022.

SI NO DAS, PECAS DE OMISIÓN.

Aparece en San Lucas la parábola de Lázaro o Eleazar, un pobre que vivía a la puerta de un hombre rico y quería comer de las migajas del rico y éste que no aparece su nombre, ni siquiera lo veía cuando pasaba junto de él. Al morir los dos porque la muerte no respeta riquezas, uno se va al cielo: Lázaro, y el otro al infierno, en donde no hay forma de salir.

Al final, le pide el rico a Abraham que le avise a sus 5 hermanos porque también se van a condenar, a lo que contesta éste que allá tienen a Moisés y a los profetas para oir la palabra de Dios y no harán caso ni porque un muerto resucite. Aparece pues, un nuevo pecado mortal: la indiferencia, el pecado de omisión por no ayudar a los pobres.

En tiempo del imperio romano había el 90% de esclavos y era la base de la economía del mismo, porque les pagaban su salario con sal y pan sin levadura con agua, ni siquiera con vino.

Acaba de morir la Reina de Inglaterra, Isabel II, que tenía un imperio con la mitad de la humanidad esclavizada. Australia que hasta la fecha es colonia de Inglaterra y Canadá y en otra época la India, con más de mil millones de habitantes. Esta monarquía y colonialismo debe acabarse en este siglo y poner puras democracias. Yo visto de vaquero, incluso con pistolas, jamás me pongo traje y corbata, que es una moda inglesa de la opresión, la injusticia, la desigualdad, donde más de la mitad sufre hambre, sed  y abusos injustos en sus raquíticos sueldos y monopolios de medicina, gasolina y alimentos como los refrescos y jugos dañinos como la diabetes y el cáncer. ¡Ya basta!, y lo peor es que donde más se dan esta indiferencia e injusticia son en los países denominados cristianos y E.U.A., Europa, Rusia y América Latina. Cuál catolicismo si no somos capaces de terminar con esa desigualdad e indiferencia, no se puede servir a dos amos, a Dios y al dinero, empezando con nosotros los sacerdotes que queremos vivir la gran vida de lujos.

A mí, cada rato me quieren suspender de sacerdote porque hago carreteras, templos hermosos, pozos, escuelas, presas, hospitales y sobre todo porque no soy tibio. Estoy a punto de vomitarte dice Cristo porque (no eres ni frio, ni caliente) me gusta denunciar las borracheras y la falta de dispensarios médicos, escuelas para pobres y casas asistenciales para dar de comer a niños pobres y ancianos. Los tacaños se van a condenar y de qué te sirven tus bienes materiales.

 Comentario de buen humor:

Los trenes eléctricos se parecen a los senos de las mujeres, decía un vendedor. Se supone que son para los niños, pero son los papás quienes los disfrutan más.

¡Que Dios los bendiga!.

El Padre Pistolas recuerda que “el dar, engrandece al hombre”

Alfredo Gallegos Lara destaca que Dios es primero, no el dinero