Luis Soto, El Heraldo de México
En 1990, Petróleos Mexicanos se vio en la penosa necesidad de vender una docena de plantas de fertilizantes que operaban a través de Fertimex porque no eran rentables.
Veinticinco años después de aquel fracaso en materia de fertilizantes y en plena crisis financiera, Pemex Fertilizantes concretó la compra de Grupo Fertinal. El proyecto considera una inversión de hasta 255 millones de dólares por el capital de la empresa, incluyendo los activos existentes tanto en la unidad de Lázaro Cárdenas, Michoacán, como en la mina de roca fosfórica ubicada en San Juan de la Costa, Baja California Sur. Supuestamente produciría más de 1.2 millones de fertilizantes, con lo que se cubriría más de 30 por ciento de la demanda nacional.
El presidente Andrés Manuel López Obrador se ha referido a una planta de fertilizantes que Pemex había comprado por la cual pagó 500 millones de dólares, cuando no valía ni 50 millones de los mismos billetes.
Los expertos afirman que la planta a la que se refirió López Obrador es Agronitrogenados, que Pemex le compró a Alonso Ancira y a Salinas, el malo, quien al parecer era su partner. Los bisoños afirman que en el mismo costal de fierros viejos está Fertinal, que le compraron a Flavio Covarrubias, quien en este negocio era socio de Salinas, el bueno.
El Presidente de la República declaró que pediría una investigación del chanchullo y se castigará a quien resulte responsable.
Pues que empiece por preguntarle a José Antonio González Anaya, quien estuvo al frente de la institución responsable de vender tanto Fertinal como Agronitrogenados, cómo estaban las plantas que les compraron a los Salinas.
El Gobierno vendió plantas de fertilizantes por no ser rentables
El Presidente debe investigar las anomalías registradas en el sector