Una mujer embarazada o un recién nacido muere en algún lugar del mundo cada 11 segundos, lo que supone 2.8 millones de vidas al año, alertaron la Unicef y la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Sin embargo, desde el año 2000, las muertes infantiles se han reducido en casi la mitad y las muertes maternas en más de un tercio, principalmente por un mejor acceso a los servicios de salud.
“Cada 11 segundos, un nacimiento es una tragedia familiar”, dijo Henrietta Fore, Directora Ejecutiva de la Unicef. En el mismo sentido, el Director General de la OMS, el doctor Tedros Adhanom Ghebreyesus, recordó que “en los países que brindan a todos servicios de salud seguros, asequibles y de alta calidad, las mujeres y los bebés sobreviven y prosperan”.
Tan buen escenario lamentablemente, no es el caso de México, por lo que ambos organismos internacionales urgieron a atenderlo y resolver la problemática.
La baja calidad en los servicios de salud propicia el problema
Se dijo que el número de muertes a nivel mundial es alarmante