Los buenos y los malos en el gabinete de AMLO después de 100 días

José Luis Camacho Acevedo,
Colaborador del Periódico “El Ciudadano”

El 11 de marzo el Presidente Andrés Manuel López Obrador había cumplido unas horas más de 100 días de gobierno. Como lo había anunciado con mucha anticipación, presentó el primero de los que serán varios informes trimestrales según sus propias palabras pronunciadas en diciembre de 2018.

Una vez cumplido el ritual del informe de los 100 días de gobierno, es ocasión propicia para hacer un recuento de las opiniones que ha merecido el desempeño de los integrantes de su equipo de trabajo. En esta ocasión haremos un ejercicio para señalar a los que la vox populi señala como los buenos y los malos del gabinete. Elementos del gabinete legal e integrantes del gabinete político, así le llama en la jerga periodística a quienes lo acompañan en su gobierno, ya sea desde la Cámara de Diputados, el Senado de la República o desde alguna gubernatura.

En el gabinete legal destaca la presencia de la Secretaría de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, quien ha logrado llevar a cabo su principal responsabilidad: lograr una equilibrada política interna y una respetuosa y eficaz relación con los gobernadores. Destaca entre los buenos oficios de Doña Olga su participación para el apoyo de las entidades federativas para conseguir una rápida aprobación de los Congresos locales en favor de la creación de la Guardia Nacional.

En relación al tema de la seguridad, Alfonso Durazo debe ser calificado como bueno toda vez que su encargo es uno de los más difíciles y complejos del aparato gubernamental. La violencia no se ha reducido en los primeros 100 días del gobierno de AMLO. Y creo que no se resolverá ni con la prontitud deseada y menos, sin aplicar las respuestas a la altura de la capacidad de fuego que tiene el crimen organizado.

Otros de los funcionarios bien calificados serían el Director de Pemex, Octavio Romero, que enfrentó quizás la mayor crisis de este inicio de gobierno, que es el inicio del combate al Huachicoleo. El Secretario de Hacienda, Carlos Urzúa, que logró un superávit para el primer mes de 2019. Ha tranquilizado a los mercados y a los empresarios. Apenas salió un inesperado conflicto mediático con las declaraciones del subsecretario de ingresos Arturo Herrera al Diario “Financial Times”, en el sentido de que no se haría de inmediato la Refinería de Dos Bocas y que el dinero disponible sería para impulsar a PEMEX. Al atorrante de Herrera le tundieron la titular de Energía, Rocío Nalhe, su jefe y el propio Presidente de la República.

Esteban Moctezuma se encuentra preparando los cambios claves a la Reforma Educativa, una tarea nada fácil. Además, Esteban ha tenido que lidiar con las negociaciones fundamentales con grupos inconformes tanto de la CNTE como sel SNTE y lo ha hecho con resultados apreciables hasta la fecha.

Otro que no ha decepcionado es Julio Scherer Ibarra, Consejero Jurídico de la Presidencia, quien se ha encargado de asesorar correctamente al Presidente López Obrador en temas espinosos. El último de ellos fue evitar el uso de las imágenes de AMLO en spots promocionales de la precandidatura de Miguel Barbosa para contender por el gobierno de Puebla, como abanderado de Morena.

Otros que tuvieron lugar entre los buenos son Ricardo Monreal, líder de la bancada de Morena en el Senado; quien cabildeó intensamente y ya la Corte tiene nueva ministra en la persona de la abogada Yazmín Esquivel. Tatiana Clouthier, diputada federal; y Claudia Sheinbaum, jefa de Gobierno de la Ciudad de México, tienen calificaciones muy aceptables ante la opinión pública.

Los malos del gabinete son encabezados por la Secretaria de Energía, Roció Nahle, a quien el propio Presidente tuvo que salir a salvarla en varias ocasiones. En la lista negra se encuentra también Manuel Bartlett, quien quiso anotarse una victoria al difundir los nombres de ex servidores públicos que supuestamente lucraron con la CFE, empresa que ahora él dirige, pero fue llamarada de petate y pillos como Luis Téllez siguen tan campantes como los criminales que entran un día a la cárcel y salen de ella unas horas después.

Irma Eréndira Sandoval, titular de la Función Pública, ha sido una funcionaria protagónica y gris en sus resultados. En Cultura destaca la pésima gestión de Paco Ignacio II, quien al frente del Fondo de Cultura Económica pretende imponer sus filias, y el recién “renunciado” Mario Bellatin del Fonca, quien no se dignó a presentarse ante los becarios para explicarles los cambios que pretende realizar el organismo público.

Entre los peores podríamos nombrar a también María Luisa Albores González, Secretaria de Bienestar, pues a tres meses de gobierno, no ha logrado establecer una red para entregar de forma eficiente todos los apoyos sociales que López Obrador se ha encargado de presumir como el gran logro de su gobierno. Así como Miguel Torruco de Turismo, que primero falló rotundamente al difundir un promocional profundamente arrastrado ante la figura de Morena y el Presidente, después fracasó en su Primera Feria Internacional para promocionar México, en este caso se trató de la Feria de Berlín.

Finalmente, el jefe de la Oficina de la Presidencia, Alfonso Romo, estaría dentro de los funcionarios deficientes, ya que, aunque descarta que la economía de México esté en riesgo, las percepciones de los especialistas son negativas. Otros malos: Yeidckol Polevnsky, líder nacional de Morena; Cuitláhuac García, gobernador de Veracruz; y María Elena Álvarez-Buylla Roces, directora del Conacyt.


Olga Sánchez Cordero, Secretaría de Gobernación


Octavio Romero Oropeza, Director de Pemex