La discriminación en México

Rigoberto Beltrán Vargas

Colaborador del Periódico “El Ciudadano”

Existen dos instituciones que últimamente han analizado el fenómeno de la discriminación en México. La pasada Encuesta Nacional sobre Discriminación (Enadis 2017), presentada apenas el año pasado, analiza las actitudes y experiencias de discriminación. La Liga Nacional contra la Discriminación detecta, analiza e ilustra los distintos niveles y trayectoria ascendente de las diferentes causas, motivaciones y expresiones del fenómeno de la discriminación.

En un primer nivel, como si fuera una pirámide, ésta manifiesta comportamientos humanos prejuiciosos o sesgados que se van agravando y volviendo más complejos de abajo hacia arriba, pues por un lado, aunque los comportamientos de cada nivel tienen un impacto negativo en los individuos o grupos que los llevan a cabo, en la medida en que uno se mueve hacia arriba tienen consecuencias más peligrosas que ponen en peligro la vida. Y por otro lado, los niveles superiores de la pirámide están apoyados en los niveles bajos, lo que significa que si las personas o instituciones tratan a los comportamientos en los niveles bajos como si fueran aceptables o normales, el resultado es que los comportamientos en el siguiente nivel se aceptan más. Como resultado, la pirámide demuestra que el genocidio se construye a partir de la aceptación de comportamientos que aparecen en los niveles anteriores más bajos.

Y así, la Liga contra la Difamación pone en la parte de abajo de la pirámide actitudes prejuiciadas como pueden ser los comentarios desconsiderados, el miedo a las diferencias, el lenguaje no inclusivo, las pequeñas agresiones… En el siguiente nivel superior se encuentran ya los actos prejuiciados como son la intimidación, la ridiculización, las burlas, las calumnias, la exclusión social, la deshumanización… Y más arriba, nos hayamos a la discriminación, que  como sabemos, puede ser económica, política, educativa y laboral, así como tomar la forma de discriminación y segregación por vivienda y de desigualdad en la justicia criminal. Por encima, encontramos a la violencia motivada por perjuicios, la cual puede expresarse en asesinatos, violaciones, asaltos, incendios provocados, terrorismo, vandalismo, profanaciones y amenazas.

Por último, en el nivel más alto encontramos al genocidio, que la Liga contra la Difamación define como el acto o intento de aniquilar deliberada y sistemáticamente a todo un pueblo.

Por su parte pues, la pasada Enadis proporciona información significativa para conocer la prevalencia de la discriminación en México y sus permanentes y/o eventuales apariciones. Gracias a ella, hoy sabemos que el tono de piel, la manera de hablar, el peso, la estatura, la forma de vestir o el arreglo personal, así como la clase social, las creencias religiosas, el sexo, la edad y la orientación sexual, son condiciones, situaciones o motivos que disparan la discriminación.

Gracias a ella hoy también sabemos que 20.2% de la población de 18 años y más, declaró haber sido discriminada en 2017 por alguna de esas características y/o circunstancias personales, y que 23.3% de esa misma población consideró que en los pasados 5 años, se le negó injustificadamente algún derecho.

Mientras la Enadis 2017 permite detectar que hay personas o grupos que padecen en sí mismas distintas formas de discriminación, la pirámide del odio permite prevenir su radicalización y educar contra ella con mayor éxito. Esperemos que llegue a desaparecer la discriminación en México.

 

La discriminación prevalece en muchos lugares del país


Cada vez se busca reivindicar más la dignidad humana