Los cárteles que se disputan la Tierra Caliente michoacana hicieron de Apatzingán un basurero humano, afirmó el Padre Gregorio López Gerónimo, mejor conocido como el Padre Goyo.
El sacerdote asumió la tarea de recoger esa basura humana que tiran a las calles los propios capos, cuando no los matan. Son los cocineros que, luego de forrar de billetes a los delincuentes, acaban como desechos humanos que hasta hace poco deambulaban por las plazas.
También lo hacen por los camellones y las fuentes, pero ahora están en un albergue en donde se ayudan unos a otros, citó la Agencia Quadratín.
Apatzingán, como se sabe, es el punto neurálgico de la Tierra Caliente, en donde el narcotráfico permeó a toda la sociedad en perjuicio del desarrollo social y humano y sin que ninguna autoridad haya logrado revertir la situación.
Apatzingán ha sido víctima de la delincuencia
El Padre Goyo ayuda a los ‘desechos’ del narcotráfico