Pbro. Rigoberto Beltrán Vargas, Colaborador del Periódico Digital “El Ciudadano”.
La ilusión de poder llegar a Estados Unidos para cientos de migrantes haitianos, centroamericanos y de otras regiones se repite en estos días.
En Chiapas fueron frenados por un muro integrado por agentes del Instituto Nacional de Migración (INM) y elementos de la Guardia Nacional (GN). Ante el avance de los uniformados quienes con escudo en mano formaron un cerco, los migrantes que partieron el sábado 4 de Tapachula con rostros de temor lanzaron gritos desesperados, clamando que los dejaran continuar… Y yo me digo, son producto de un sistema socio-económico injusto…
“No les estamos haciendo nada, sólo venimos por un sueño, no estamos jodiendo a nadie”, exclamó una mujer con acento latinoamericano que cargaba a un niño de poco más de un año…, pero la súplica no surtió efecto… Y yo afirmo que esto es producto de una política que divide y crea enemigos entre hermanos… Varias familias con niños fueron las primeras en ser rodeadas para luego trasladarlas a las camionetas del Instituto Nacional de Migración, reforzadas con barrotes en las ventanas.
El resto buscó escapar por las calles aledañas a la cancha de basquetbol donde pernoctaron o por la orilla del río, en total oscuridad a las cinco de la madrugada… Y yo pienso, ¿que crimen cometieron para merecer tanto sufrimiento?…
Una hora después, cuando pensaban que los miembros de la Guardia Nacional y del Instituto Nacional de Migración se habían retirado, intentaron avanzar. “Hay que estar unidos y seguir”, gritó una hondureña, pero solo fue para constatar que medio kilómetro más adelante, seguían los cercos… Y yo reflexiono, cómo la esperanza no se agota, crece…
Una centroamericana fue separada de su hija de unos 10 años, pero se reunieron gracias a que intervino un observador de los Derechos Humanos que estaba junto al lado. También fue necesaria una ambulancia para trasladar a una mujer con 9 meses de embarazo que requirió atención médica… Y yo sugiero que ese niño o niña se le conozca en el futuro con el nombre del “desterrado” o la “desterrada” para hacer alusión al hecho. Después de 8 horas seguían las patrullas, por lo que decenas permanecieron escondidos en la vegetación de los montes. Al menos un centenar quedaron detenidos; la caravana había sido desarticulada… Y yo reflexiono, estos hechos los viven fuera de su país, entre extraños, rodeados de inseguridad, en la zozobra. La penitencia es demasiada… Pocos fueron los que lograron correr para esconderse por más de 3 horas entre el monte y la vegetación… Y usted sabe que muchos de ellos vienen desde Chile, Perú, Ecuador, Panamá, pero no son originarios de esos países, son caribeños o centroamericanos que buscan como hormigas infatigables, un lugar que les permita vivir con dignidad…
En las últimas semanas, la política migratoria implementada en el sur de México, ha producido dolorosas escenas que evidencia la violación agudizada de los Derechos Humanos contra los inmigrantes. Miles de inmigrantes esperan una respuesta a su solicitud de asilo ante la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (Conar). En lo que va del año, solamente de los haitianos se tiene registro de 18 mil 883 solicitudes de asilo. Las omisiones y demoras de esta instancia para emitir respuesta, retrasa el tránsito y profundizan las condiciones de vulnerabilidad…
Qué bueno que no faltó la voz profética del obispo de Tapachula, Jaime Calderón: el gobierno mexicano implementa contra las carabanas “una verdadera cacería humana, asustando, emboscando y desarticulándolas mediante el uso desmedido de la fuerza”…, “exhorto a sacerdotes y agentes de pastoral de la diócesis de Tapachula a ofrecer alimento, atención de la salud y alojamiento en las parroquias de esta ciudad a estos hermanos nuestros, golpeados por la pobreza, la violencia y el desamparo…”.
El Gobierno mexicano, no sólo el de EEUU, también reprime a los migrantes
Los migrantes necesitan ayuda y de sitios de protección en su tránsito hacia EEUU