Domingo 26 de abril de 2020…
San Lucas es quien nos narra este hermoso pasaje de la aparición de Cristo el mismo día de la resurrección a dos discípulos, (que no apóstoles), Cleofás y el otro no nos dice quién, que se iban desilusionados por la muerte del propio Cristo. Se encuentran a Cristo en su camino a Emaús, un pueblo cerca de Jerusalén, y ahora desaparecido (Emaús significa lugar de aguas termales). Les pregunta que de qué conversan tan triste y les da una lección del padecimiento que debería tener el Mesías antes de morir y luego resucitar.
Lo reconocen al partir el pan y hacer la oración que dijo en la santa misa al multiplicar los panes y los peces y regresan a Jerusalén a contarles a los apóstoles, en donde les informan que también a ellos se les había aparecido Cristo a puerta cerrada y también a Pedro solo, a pesar de que lo había negado. Lo importante es que anuncian a Cristo resucitado ya sin dudas, dicen: ya resucitó y lo hemos visto.
Lo más importante de nuestra religión es creer en nuestra resurrección y obrar muchas obras buenas y con mucho amor.
El sermón de la montaña es el más importante de Cristo y nos habla de lo dichosos que son los pobres, los que sufren, los que luchan por la paz, los justos, los generosos, los que no guardan rencor, los que luchan por la paz, los que dan de comer, etc. Lástima que no lo hacemos los católicos.
Nadie creía en la resurrección de Cristo, ni siquiera los apóstoles que habían visto miles de milagros, pero la verdad no tiene sentido la vida, los sufrimientos, las luchas, las dádivas si no es por caridad, por amor a Dios y a los prójimos.
Me pongo a pensar en los masones, en los ateos, si no creen en la resurrección ¿para qué gastan tantos millones de pesos en hacer estatuas de Juárez, de Lázaro Cárdenas, de Guerrero y otros tantos en mandar hacer libros de estos personajes si ya se murieron y no van a resucitar? Si todo acaba con la muerte, ¿para qué tantos periódicos, tantas películas, retratos, nombres de escuelas? Se hacen pendejos solos.
Dos mil años de catolicismo se explican por sí solos, es un gran milagro. La resurrección no es una teoría, es una vivencia. Con la epidemia del coronavirus ya el mundo no va a ser igual, en México ya lo teníamos hace 40 años, es más una enfermedad de la sangre, no respiratoria, coagula y paraliza por la sangre, pulmones y corazón, de nada sirven los dichosos ventiladores, se están curando con 5 aspirinas, una diaria porque es anticoagulante y comiendo miel con limón.
Hace 100 años, la fiebre española mató a 500 millones de seres humanos en el mundo, pero no tenían drenajes, ni agua potable suficiente, vivían amontonados en los palacios y fabricas totalmente insalubres. En China se mueren 300 000 personas al año por neumonías, así que, ¿qué son las 3000 muertes de coronavirus? Nada.
Comentario de buen humor:
Los chinos nos trajeron el coronavirus, como los españoles la viruela, la rabia y la sífilis. Pero no se va a quedar esto así, les vamos a mandar una caja de moscos del paludismo: Cinco diputados que no salen de la universidad, ¿pero qué tal?, cómo salen en la televisión; 10 con influenza; 40 maestros para que tomen las vías y hagan huelgas; 80 testigos de Jehová. No se va a quedar esto así, ¡van a ver!.
¡Que Dios los bendiga!.
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