Domingo 10 de octubre de 2021.
Seguimos con el regreso de Cristo de Galilea a Jerusalén, en donde será crucificado y sigue instruyendo a los apóstoles sobre su doctrina y le sale a su encuentro un joven bueno, pero no santo, a quien Cristo había visto con mucho amor. Al ver que se aleja, se pone triste Cristo y el joven también, porque era rico y estaba muy apegado a lo material y en lugar de ser una persona de renombre en la iglesia, pasó al anonimato.
Desde niño comprendí que no se puede hacer ni tener todo, la mente humana no aprovecha más que el cinco por ciento de su capacidad de inteligencia, la gasolina se aprovecha únicamente el diez por ciento de su octanaje, lo demás se desperdicia. Para grabar uno de mis discos, escojo 1000 canciones de 10000 y escojo 100, de 100 grabo 20 y solo 12 pongo en mi disco; igualmente de mis remedios para el cáncer, la próstata y la diabetes de mil plantas, solo escogí las mejores 30 y son casi todas de otros países y muy caras, la más barata $3,000.00 y la más cara $20,000.00.
Igualmente en la vida no se puede tener todo, hay que escoger lo mejor, eso es lo espiritual y la sabiduría que Dios nos da, nos sirve para escoger lo que más agrada a Dios, por eso Salomón la escogió en lugar de la riqueza, el poder y la fama. Escogí ser sacerdote, a pesar de que las mujeres son hermosas, el dinero parece la felicidad y el poder embriaga. Cristo escogió el dolor y la muerte para redimirnos.
El joven rico no estaba conforme con sus riquezas, que solo sirven para esta vida y no para la eternidad, pero no le pareció la condición de Cristo, regalarlo todo para los pobres. La riqueza es como un obstáculo para quien desea seguir a Cristo. No se puede servir a Dios y al dinero, esto lo comprendió muy bien San Francisco, pero no lo han comprendido la mayoría de los sacerdotes.
Solo quien pierde la vida en este mundo, la encontrará en la vida eterna. Pedro, nuevamente le presenta a Cristo un reclamo sobre las barcas y las redes que dejaron, pero en verdad Cristo lo dijo y es cierto: “Busquen el reino de Dios y su justicia y lo demás se les dará por añadidura”, y lo he tenido verdaderamente: larga vida, amor de mujeres aunque sin sexo, dinero, fama, etc. Hay algunos que son inteligentes y otros que son educados, pero los sabios son pocos, son felices, viven bien, mueren bien, entienden bien la vida, tienen buen gusto y sobre todo mucha fe.
No basta con no hacer daño a nadie, que ya es una ventaja, tenemos que hacer muchas obras muevas, es más, dar todo, no nada más una limosna. El que tiene mucho, priva de lo necesario a muchos. La mayoría se afana, en hacerse ricos y pasar bien el presente, el futuro no les importa.
Comentario de buen humor:
Tres hombres decían:
“Yo llegue a los 90 años, porque no fumé, no me emborraché y no enamoré”.
“Yo llegue a 95 años porque tuve una buena alimentación, como frutas y verduras”.
“Yo le di vuelo a la hilacha y he hecho de todo”.
¿Y cuántos años tienes?
Tengo 22 años.
¡Que Dios los bendiga!.
El Padre Pistolas advierte que no se puede servir a Dios y amar al dinero
Alfredo Gallegos Lara destaca que el servicio sacerdotal conlleva sacrificio