Domingo 19 de junio de 2022.
En el evangelio de hoy, se nos presentan tres temas:
- La verdadera identidad de Cristo como el Mesías, dicho por San Pedro.
- El anuncio de Cristo que padecerá y morirá en la cruz.
- Las condiciones que pone Cristo para el que lo quiera seguir.
Acerca de la verdadera identidad de Cristo revelado por San Pedro, ha sido siempre una gran confusión desde los judíos que esperaban un Mesías salvador, guerrero y poderoso y no como un Mesías espiritual, eterno, universal que no se metía en tener poder temporal, hasta la confusión de muchos sacerdotes y obispos que quieren también tener riquezas, edificios y negocios y sobre todo fama, poder. Pasando por una edad media desde los papas y cardenales, tenían grandes extensiones de territorios, esclavos, ejércitos y ponían y quitaban reyes.
Acerca de los anuncios de la pasión y muerte de Cristo a pesar de que se dan inmediatamente de la multiplicación milagrosa de los panes, no aceptó ni el sufrimiento ni la muerte porque así somos los humanos: puras cosas fáciles, regaladas y que no impliquen sacrificio y sufrimiento.
Acerca de las condiciones que exige a los cristianos también implican trabajo y sufrimiento.
- Perdón: ninguna persona rencorosa puede entrar al cielo.
- Generosidad: tengan un tesoro en el cielo, en donde no llegan los ladrones y no llega la polilla al mejor.
- A los enemigos ámenlos, préstenles y no les cobren.
- No mientan
- No cometan adulterio
- No se emborrachen
- Busquen las cosas del cielo y no las de la tierra
- Busquen la santidad a la que fuimos llamados en el bautismo
- Hacía falta la venida del espíritu santo para que comprendieran cabalmente a este Mesías real.
Las promesas son animadoras y esperanzadoras y más si vienen de partes humanas como las promesas de los novios cuando se casan, las promesas de los sacerdotes cuando se ordenan, los contratos, las compraventas, los juramentos de los médicos cuando se reciben, los juramentos de cumplir la constitución de los políticos cuando toman posesiones, aunque de antemano sabemos que son puras mentiras.
Los personajes que los apóstoles suponen, la gente de quién es Cristo, Elías y Moisés hablan de la mentalidad puramente humana, querían sin entender que la personalidad de Cristo era sobre todo divina.
Y como siempre, debemos de tener en cuenta que Cristo vino sobre todo por el perdón de nuestros pecados.
Comentario de buen humor:
Oye vieja, pues no tienes ni chiches, ni nalgas.
Eso hubieras visto antes de casarnos cabrón, era virgen, así me aceptaste, no le busques chiches a las culebras.
¡Que Dios los bendiga!.
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