Domingo 12 de julio de 2020…
En San Mateo se nos presentan 7 parábolas de Cristo en la orilla del lago ante una multitud de gente, como acostumbró hacerlo al final de su vida y hoy leemos la parábola del sembrador.
En esta ocasión, le preguntan los discípulos a Cristo: ¿Por qué nos hablas en parábolas? Y Cristo contestó que porque muchos tienen oídos y no oyen, tienen ojos y no ven. Hace ocho días, Cristo nos hablaba de una oración al padre dando gracias porque estas cosas del reino se las revela a la gente sencilla y no a los ricos y estudiosos. Y, efectivamente, un rico fácil ofrece $30,000.00 pesos a una joven y bella mujer y fácilmente la hace caer, no se diga si le ofrece casa, camioneta y los $30,000.00 mensuales. Esto va para muchos sacerdotes que se dedican a tener varias casas, carros y cuentas bancarias, les llueven muchachas interesadas, se dejan embarazar y hacen que fracasen, aparte que para hacerse de esas riquezas, sean empresarios, políticos (todos) y curas se hacen corruptos y chuecos en sus negocios; en cambio un pobre y honrado ni quien lo pelea.
Cristo sabía que los sumos sacerdotes, maestros de la ley, escribas, fariseos y saduceos no solo lo iban a ignorar, sino que lo iban hasta matar.
Padrecitos, necesitamos antes de predicar preparar nuestros sermones, leyendo mucho, meditando mucho, hablar como Cristo, con ejemplos e historias concretas y actuales de lo que observamos diario en la gente con huevos, (tengan en cuenta que hablamos en nombre de Dios pero sobre todo que vean nuestras obras de caridad, nuestros obras materiales, aunque sean doctores en teología, sagrada escritura, obispos etc. Nadie nos hace caso, el que no hace nada, nada tiene que decir y nadie le hace caso es inútil y peor, si son enamorados, rateros, borrachos o jotos, no es fácil la predicación de la palabra de Dios.
A pregunta de los apóstoles, Cristo explica dicha parábola, las distracciones de la vida, hacerlo todo a la carrera sin hacer a un lado todo lo demás, no se puede calar en los fieles con el sermón, no convencemos a nadie.
Aparte los pocos que van a misa lo hacen ocasionalmente y no cada ocho días, nunca leen la biblia, ni libros de religión, no están dispuestos a dejar la borrachera, a los amantes, a dejar de robar, seguir su matrimonio sin divorcio, sin abandono de los hijos sin pelear las herencias, sin ambición al dinero y cooperar, todo eso les vale madre y además todo lo critican en lugar de corregirse.
Votamos por un candidato político y ya con eso queremos que solucione todo, no hijos, pónganse a trabajar.
Comentario de buen humor:
Llega un señor con el doctor y le dice: ¡Doctor, tengo 5 hijos en cinco años!
Amigo, le voy a operar un huevo
Al año, ¡doctor tengo otro hijo!
Pues el otro huevo.
Al año, ¡doctor mi mujer está embarazada!
Hijo, nada más me queda otra operación
¿Y qué me va a quitar?
Los cuernos, buey
¡Que Dios los bendiga!.
Alfredo Gallegos urge a predicar con el ejemplo la palabra de Dios
El Padre Pistolas recuerda que el sacerdocio es una obra de servicio a los demás