Domingo 06 de junio de 2021…
En el evangelio de San Marcos, aparece la ocasión en que en medio de una multitud van la virgen y los primos de Cristo que se habían vuelto locos, y le avisan que ahí estaban su madre y sus parientes a lo que contesta Cristo: ¿Quiénes son mi madre y mis parientes? Aquellos que cumplen la voluntad de Dios; y esto no por alguna grosería sino para convencerlos de la importancia de cumplir la voluntad de Dios así como le mismo la cumplió.
En la actualidad, aunque los parientes de los sacerdotes ayudan con dinero para la formación de su sacerdocio, terminan viéndolos como un gran negocio y una forma de enriquecerse fácilmente y más, porque el padrecito no tiene descendientes directos ni mujer y van los sobrinos a quedarse con la herencia y terminan echándolos a perder, haciéndolos dinereros. Cuando dice San Pablo en su carta a los corintios que no nos fijemos en lo que se ve, que es caduco, sino en lo que no se ve que es eterno.
Yo me pregunto si todos los humanos queremos ser eternos y los valores y revelaciones de Cristo son espirituales y se necesita la fe para conocerlos y vivirlos porque exigimos verlos y si no, no creemos, quién los entiende.
Envían de Jerusalén unos mensajeros, el partido de los saduceos que aunque era minoría en el senado o grupo de ancianos, la mayoría eran fariseos. Buscaban ponerle una trampa a Cristo. No creían en la resurrección porque no les convenía, ya que según su doctrina como eran ricos hacendados y comerciantes, Dios premiaba con riquezas a los buenos y a los pobres los castigaba con la pobreza porque eran malos. Esto chocaba con la doctrina de Cristo, ya que privilegiaba a los pobres y le plantearon que una mujer se casó 7 veces con 7 hermanos, según la ley de Moisés y le preguntan que en el cielo, de cuál de los 7 hermanos será su esposo.
Cristo les contesta que de ninguno porque en el cielo seremos como ángeles y no habrá matrimonio, pero que como le dijo Dios a Moisés en el monte Sinaí: “yo soy el Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob, porque yo soy Dios de vivos no de muertos”. Si nos interesa la eternidad, interésense en lo que no se ve y no en lo que sí se ve.
Comentario de buen humor:
Un viejo va a un negocio de computadoras y le dice a la señorita: “búsqueme una mujer para casarme con ella, la quiero que sea joven, bonita, de buen cuerpo, simpática, inteligente y rica.
Oiga señor, “viejo con la pensión mínima del seguro y un carro viejo, para encontrar a esa mujer necesitaría estar loca”
“No importa señorita, con tal de que tenga las demás cualidades”
¡Que Dios los bendiga!.
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