Domingo 04 de agosto de 2019
En este pasaje de San Lucas, se nos presenta la parábola del “rico imprudente o el rico avaricioso” a propósito de que un hombre de la multitud, le dice a Cristo que le diga a su hermano que le dé la parte de la herencia que le toca, a lo que Cristo contesta: “Quien me ha puesto como juez de herencias” y Cristo mismo no se metió en cosas de la ley, además ese sujeto se hacía menso, eso está muy claro en el libro de los “números”
Según esa parábola, un rico recogió en donde almacenar tanto trigo y se puso a construir más trojes y tuvo la intención de darle vuelo a la hilacha con las cantineras y amigos y Cristo les dice “insensato”, o más clara “pendejo”, esta noche te vas a morir ¿de qué le va a servir tanta riqueza en lugar de repartir algo a los pobres?.
Cristo nos habla claramente de qué uso darle al dinero, tenía a Judas el “traidor” como tesorero, porque él tenía la bolsa, aunque fuera poco, siempre traía dinero y este se lo robaba, por eso fue el único apóstol que se echó a perder.
San Francisco decía que el dinero era el excremento del diablo. Yo junto $2, 000.00 a la semana y pago $14, 000.00 a mis trabajadores y Cristo siempre me socorre, porque alguna vez dijo “busquen el Reino de Dios y su justicia y lo demás se les dará por añadidura”.
En la actualidad, el deseo del dinero domina a la sociedad y vemos que los políticos lo tienen como algo natural: hacerse ricos del erario, aunque al principio todos prometen lo contrario, hay carteles por todas partes y se pelean y se matan por la plaza para robar, secuestrar, vender droga, gasolina robada, etc. Y en sus orígenes son jóvenes rodeados de mala vida, golpeados por sus padrastros o violadas las jóvenes por sus padrastros, papas medios hermanos; las familias ya ni siquiera se forman como Dios manda, nada más se juntan y se separan, con la mano en la cintura,
El mismo gobierno colabora en esa descomposición familiar, sacan leyes contrarias a la familia: divorcios, abortos, voluntarios pagados por nosotros mismos en el I.M.S.S., matrimonios de jotos y lesbianas, adopción de niños que visten de niñas sin respetar los 18 años, tráfico de órganos de esos mismos niños, tráfico de prostitutas que llaman tráfico de blancas y la mayoría está bien prietas y así quieren que haya una sociedad fuerte, unida, familiarmente honrada y trabajadora. ¿pues cuándo se cambia esa sociedad? Niños y jóvenes, hasta adultos se la pasan viendo pornografía en el celular, nunca se paran en misa, en donde podrían orientarse moralmente.
Veo un grave problema en el enriquecimiento de varios sacerdotes que tienen negocios, varias casas, se dan la gran vida y no convencen a nadie, aunque hablen muy bonito, que igual que el rico imprudente le dejan un dineral a los sobrinos que en poco tiempo se lo acaban sin darles nada a los pobres, hay que ser ricos en lo que vale ante Dios, construir templos, escuelas, casas para darle de comer a los pobres.
Comentario de buen humor:
Visita el Señor Obispo un convento de monjas, como casi todos los Obispos, viejos y cegatones.
Le dicen: “Sr. Obispo esta es la Virgen del Tránsito, esta otra la del Carmelo, etc.”
“Y esta madre?”, pregunta el Obispo; y le responden: “Esta no es Virgen, es la Madre Superiora”. Era muy seria, parecía estatua.
¡Que Dios los bendiga!.
El Padre Pistolas pide que los ricos ayuden a los pobres
Alfredo Gallegos se distingue por su famosa arma bien engrasada