Domingo 19 de septiembre de 2021
Nos encontramos en el evangelio de San Marcos, el segundo anuncio de la pasión de cristo a sus discípulos. Nuevamente les anuncia su muerte en Jerusalén a manos de los sumos sacerdotes y nuevamente, como siempre, anuncia su resurrección porque Cristo termina hablándonos de la vida y no de la muerte. Con ello, Cristo nos hace ver:
Hay que trabajar como lo hizo él, la virgen y San José. Lamento que muchos y muchas ven el trabajo como algo malo, como un castigo y se la pasan toda la vida huevoneando como parásitos de su familia y de la sociedad. Que soy maestro, pero no doy clases; que soy político y ya trabajé mucho en la campaña; que soy de un partido, me pagan bien y me la paso sin hacer nada; que soy jubilado y al rato tengo colesterol, triglicéridos, ácido úrico, reumas, engordando, aburrido, fastidiando a la mujer, al marido, a los hijos. Muévanse, hagan algo, así se van a morir pronto.
Todo lo que tenemos: focos, televisión, radio, carros, aviones, computadoras, celulares, etc., es que alguien trabajó mucho para que tú los tuvieras. Hidalgo, Morelos, Allende, murieron para tu libertad, muchos mártires murieron por tu fe y religión ¿y tú qué fregados haces por tu nación y tu sociedad? Nada más huevoneando, ¡qué caray!. Mientras los discípulos se peleaban por el camino, por el primer lugar en el reino de Dios, con el mesías como un conquistador poderoso, déspota, rico, que les iba a dar poder, fama y dinero y un hueso en el gobierno y les daba vergüenza decírselo a Cristo en su cara; mejor lo hacían por abajito porque sabían que los iba a regañar.
Cristo coloca a un niño callejero en medio de ellos y les dice: si no se hacen como este niño, no van a entrar al reino de Dios, el que quiera ser el primero que sea el servidor, el gato de todos y el último de todos. Yo veo en los niños el rostro de mi padre celestial. El libro de la sabiduría fue Cristo 100 años antes para animar a los judíos tan sufridos y perseguidos para que esperaran de Dios una gran recompensa y no se desanimaran. Santiago asigna 7 cualidades de la verdadera sabiduría y se reflejan en un niño:
- Pura, capaz de maravillarse.
- Amante de la paz, dichosos los que buscan la paz.
- Comprensiva, no es necia.
- Dócil, un niño es lo más obediente que hay.
- Todo lo perdona, no es rencorosa, como lo es un niño.
- Sincera, un niño no echa mentiras.
- Hace buenas obras, no tiene maldad.
No querían entender y les daba miedo preguntar, Cristo quería una sociedad nueva, justa, pacifica, no de guerras y violencia. Acaban de sacar la ley de permitir el aborto a las mujeres que quieran abortar y gratis. Un sacerdote de Coahuila dijo y ¿por qué no matan a las mujeres que abortan?, se pueden defender; y un niño en el seno de su madre, no se puede defender y como ya sabrán, ya lo traen en las redes sociales de ser un disque feminicida. No se vale!!!.
Comentario de buen humor:
Una señora puso en el internet, que solicitaba un marido porque estaba sola y le llovieron 50 respuestas, diciéndole: ¡ándale!, te regalo el mío.
¡Que Dios los bendiga!.
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