Reflexión Dominical del Padre Pistolas. EL MALVADO, PRONTO MORIRÁ

Alfredo Gallegos Lara .

Domingo 06 de octubre de 2019

San Lucas nos trae ahora dos temas, uno que necesitamos que Cristo nos aumente la fe y otro, que al cumplir nuestro deber no tenemos por qué enorgullecernos, porque el mérito es de Cristo que todo nos da.

El profeta Habacuc vivió los años de la invasión de los asirios y la destrucción de Jerusalén (año 587 a.c.) y exhorta al pueblo a no desesperarse por tantos abusos de los asirios y les dice: “El malvado pronto morirá y el justo en cambio vivirá por su fe”.

Qué oportuno para nuestro tiempo con tanta violencia y tanto robo, tanta corrupción, para que no perdamos la fe y sobre todo la esperanza. Les aseguro que el malvado no se quedará sin castigo y el justo no se quedará sin recompensa.

Cristo no nos ha dado un espíritu de temor si no de fortaleza, de amor y de moderación. A veces la gente se desanima y dice: “es inútil, esto nunca va a cambiar”. ¿Cómo no? Mandó a Lucifer al infierno, castigó a Sodoma y Gomorra, maldijo a la higuera, se secó,  lo vemos a diario, cómo matan o encarcelan a los sicarios y ladrones, etc. San Ignacio de Loyola lo decía; “actúa como si todo dependiera de ti, confía como si todo dependiera de Dios”.

En el paso de los judíos por el desierto, dudaron de Dios y lo desafiaron para que les diera agua y Dios les dio agua y codornices durante 40 años y le pusieron a esos lugares, masá (desafío) y meribá (duda). No hagamos lo mismo y debemos de confiar en Dios, que nos librará de tanta violencia.

La fe es un don gratuito de Dios, pero tenemos que pedírselo y aumentarlo por nuestra cuenta. “Todo lo puedo en Cristo que me fortalece”, dice San Pablo y “¿Si Dios está con nosotros, quién podrá contra nosotros?”. Queremos que se acabe la violencia, pero no oramos por nuestra ciudad y por nuestra nación.

Los Apóstoles tenían poca fe, por eso abandonaron a Cristo en su pasión y por eso le piden a Cristo que les aumente la fe, después de la resurrección cambiaron y obtuvieron una fe firme, a prueba de todo.

No somos más que siervos débiles y no tenemos por qué enorgullecernos por nuestros logros y más tacaños y vividores tenemos que decir: “yo lo único que he hecho es cumplir con mi deber”. Dice San Pablo: “¿Qué tienes tú, que no lo hayas recibido y si lo has recibido, ¿por qué te enorgulleces?”.

Si estamos a punto de morir ¿por qué le reclamamos a Dios la vida? Él, es el dueño de la vida y de la muerte y si ya no nos la quiere dar, ¿con qué derecho la reclamamos?. El que no ama a nadie, lo ama. Lo que hayas amado quedará, lo demás es cenizas. En la vida humana lo único necesario es el amor. Todo en el amor es triste, más triste y todo es lo mejor que existe.

 

Comentario de buen humor:

En misa, le dice un maestro al Padre Pistolas:

Padre, ¿me permite pasar a leer?

Como no hijo, adelante.

Al terminar la misa, le dice el maestro: Padre, ¿cómo leí?

Muy bien hijo, pero es la Carta a los Hebreos; no a los ebrios y el Salmo dice: “Oráculos del Señor, a mi Señor; y no ora culos del Señor”.

¡Que Dios los bendiga!.

El Padre Pistolas pide que todos cumplan con el trabajo encomendado

Alfredo Gallegos Lara insiste en orar para ayudar a que no haya violencia