Reflexión Dominical del Padre Pistolas, EL ESPÍRITU SANTO NOS SANTIFICA, HAGÁMOSLE CASO

Reflexión Dominical del Padre Pistolas,

Alfredo Gallegos Lara

Domingo 09 de junio de 2019

EL ESPIRITU SANTO NOS SANTIFICA, HAGÁMOSLE CASO

El Espíritu Santo es muy difícil de entender y de explicar por la razón que es Espíritu puro, no tiene nada material, ni humano, como en el caso de Cristo, Dios y hombre verdadero.

Es llamado también “espíritu de Dios, Espíritu de verdad, Espíritu firme, Espíritu generoso, abogado consolador, etc. Es tan antiguo como el padre y el hijo aconsejó a Satanás de que no se revelara contra Dios, a Caín de amar y no a odiar a su hermano Abel, aconsejó a Judas el traidor de no vender a Cristo pero no le hicieron cao.

Su misión en la iglesia es de santificarla después de que el padre creó al mundo, después de que Cristo lo redimió en la cruz y se vale de sus 7 dones.

Cristo tuvo que regresarse al cielo para dejarnos a ese gran regalo, su presencia, ya no fue material pero si fue real, eterna, omnipresente en cada uno de los seres humanos, recuerden que dijo; porque tuve hambre y me diste de comer y también “Saulo, Saulo” ¿Por qué me persigues? ¿Quién eres tú a quien yo persigo? Soy Cristo.

Cristo presente con el Espíritu Santo en todos y cada uno de los sacramentos. Se puede explicar solo con figuras materiales y humanas. Llamas de fuego sobre las cabezas de los apóstoles. Un trueno que se oyó en todo Jerusalén y acudió mucha gente. Suavemente como el vuelo de una paloma, un Dios muy común en tiempo de Cristo, en contra posesión de gallinas, guajolotes y muchas aves escandalosas.

Aunque San Juan pone como el tiempo del domingo de resurrección, los otros evangelistas lo colocan como 50 días después de la resurrección y por eso le llaman pentecostés, fiesta celebrada 50 días después de la pascua, también, llamada fiesta del trigo y la cebada.

El Espíritu Santo es el que nos une en la iglesia, como cuando después de orar, escuchar y dialogar dijo: “El Espíritu Santo y nosotros hemos decidido no poner más cargas como la circuición de los bautizados, con que no andes de pito suelto y no se cambien de religión”.

También es descrito como un soplo, como en la creación, o como en el profeta Ezequiel que juntos un montón de huesos y carne, pero muertos y le soplan y toman vida. la misión de santificar es mandada por Cristo a los apóstoles, como la misión en la que mandó el padre celestial a su hijo al mundo, amándolo hasta el extremo de entregar su vida para los sacerdotes, sociedades y familias cuando tienen problemas: Orar, Escuchar, Dialogar.

Nosotros no sabemos lo que queremos como aquella mujer que me decía; yo no rezo, yo no pido, sino que le exijo a Dios, que me dé (algo) ese Señor; no me ha dado lo que yo quiero, pobre pendeja, ese es el papel del Espirito Santo, el me escogió, como sacerdote, el me enseñó a amar y ser amado.

Comentario a manera de humor:

En una ocasión, le echaron un aventón al Padre Pistolas en un carro viejo. Nos quedamos sin frenos y se agarró diciendo pio, pio, pio.

Padre por qué dijo así, pio.

Cabrón para que no dijeran; no dijo ni pio.

¡Que Dios los bendiga!.

El Padre Pistolas, limpiando su arma,

aunque sabe que la mejor de todas es la manifestación del amor 

Alfredo Gallegos pide a todos

que cumplan adecuadamente su misión en la vida