Domingo 22 de mayo de 2022.
No fue fácil para los apóstoles el principio de la vida cristiana. Pablo y Bernabé tuvieron que sufrir una persecución en Antioquia de Pisidia, donde llamaron por primera vez cristianos a los seguidores de Cristo porque los judíos llenos de envidia asustaron a las mujeres de la alta sociedad para que los corrieran. Después llegaron otros judíos, venidos de Jerusalén, a imponer la circuncisión a los bautizados y tuvieron que ir a Jerusalén y discutieron fuertemente con San Pedro y demás apóstoles. Pablo y Bernabé ganaron la discusión porque les decían que eso ya había pasado a la historia, que ahora lo que salvaba era la resurrección de Cristo y cambiaron de sábado a domingo con la misa la reunión en las sinagogas.
En el evangelio Cristo nos habla de un testamento espiritual: “guarden mis palabras, confíen en el espíritu santo me quedo con ustedes”. Jesús no ha regalado al espíritu santo el consolador, el abogado, para que viva dentro de nosotros y no solo en el cielo.
Cristo que viva dentro de nosotros y no solo en el cielo. Cristo quiere que vivamos en unidad con el espíritu santo, el padre celestial y nosotros en un gran amor pero pone como condición que cumplamos los mandatos de Cristo, si no es una vil mentira:
- * Ay del que escandaliza a un pequeño…
- * No juzgues y no seréis juzgados…
- * No te preocupes por el día de mañana.
- * Vendan los bienes y dénselos a los pobres…
- * Perdonen 70 veces…
- * Haz a otros el bien que tu deseas…
- * Confiemos en el espíritu santo, no tengan miedo a la muerte, al fracaso, a la predicación, ya que Cristo está con nosotros y también el espíritu santo.
Preguntemos siempre ¿qué pensaría Cristo de este problema?. ¿Qué tanto cumples la palabra de Dios? ¿Qué tanto amas al prójimo? Cuando se nos muere un ser querido pensemos que se fue al padre, el problema es que examinamos ¿qué tanto regaló, qué tanto perdonó, que tanto oró, que tanto amó y sirvió a la comunidad?
Los protestantes le tiran mucho a San Pedro, a pesar de que él fue el que resolvió el problema de seguir con el judaísmo. “El espíritu santo y nosotros hemos decidido no poner más cargas que “el no cometer adulterio y no cambiar de religión”. Una buena señal de santidad es la alegría que nos da el espíritu santo en confiar en él, sin temores, que tanto hacen mal a la humanidad y nos enferman del corazón y nos deprimen.
Una señal de que estamos con el espíritu santo es la unidad, sin pleitos en la paz de Dios, en el gozo y el amor. La iglesia también es alumna, poco a poco va creciendo con la meditación y el estudio, por eso es importante leer y leer la biblia. La verdad no puede progresar, en el esfuerzo de todos incluso de los laicos. La cruz, lejos de ser un fracaso, fue una bendición, el mal ha sido derrotado y Cristo glorificado.
Comentario de buen humor:
El patrón le dice a la secretaria, te doy $100,000.00 si me haces un favor amoroso, y la secretaria accede y luego se pone a llorar.¿Por qué lloras? Imagínese, ¿cuánto dejé de ganar por hacerlo gratis con los demás?.
¡Que Dios los bendiga!.
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