Domingo 31 de enero de 2021…
Vemos ahora a Cristo llegar a la tierra de los apóstoles Cafarnaúm, el pueblo de pescadores más importante del lago de Genezaret llamado también mar de Galilea, lago de Cafarnaúm y también lago de Tiberiades nombre impuesto por Herodes el grande para hacerle la barba al emperador Tiberio, así como también un puerto que no tenía Israel y le puso “Cesarea” por Cesar Augusto.
La sinagoga de Cafarnaúm era de 3 naves de cantera y teja y la regaló un centurión romano, siendo enemigo de judíos, cosa que le valió que Cristo le currara a un criado muy querido por el centurión.
Llegado a Cafarnaúm el sábado siguiente fue a la sinagoga y se puso a predicar y todos decían “este habla con autoridad y no como los demás profetas”.
Lo interesante fue que le habló un endemoniado, hoy creen en el demonio, lo compararon con las brujas, fantasmas etc., pura fantasía.
Antes el demonio nos hacía creer que no existía, luego que no nos hacía ningún daño y ahora su táctica es hacernos creer que no es necesario la conversión y dejar el pecado, si no la conversión y la confesión, las dejemos para el final de nuestra vida, mientras llega la muerte, nos agarra sin confesión y nos lleva la tiznada y al infierno por pendejos.
Siempre he dicho que si no tienes un amigo que te diga tus defectos, pregúntale a un enemigo y ese te conoce mejor que tus amigos.
El demonio le dice a Cristo “Qué quieres tú con nosotros Jesús de Nazaret? ¿has venido acabar con nosotros? Yo sé quién eres “el santo de Dios” Cristo le ordenó ¡cállate y sal de él! El espíritu inmundo, sacudiendo al hombre con violencia y dando un alarido, salió de él, todos quedaron estupefactos y se preguntaban ¿Qué es esto? ¿Qué nueva doctrina es esta? Este hombre tiene autoridad para mandar hasta a los espíritus inmundos y lo obedecen y muy pronto se extendió su fama por toda Galilea.
Para la muerte de Cristo, mejor un extranjero, el centurión, reconoció a la divinidad de Cristo ya que los sumos sacerdotes y fariseos lo mataron. Reconoce la voz de Cristo y síguelo.
Comentario de humor
Murmuraban que un señor cura le agarraba las nalgas a todas las mujeres que entraban al curato y un vecino muy celebre les contestó “viejas locas pues si le gustara yo vivo enfrente de la parroquia y nunca me ha agarrado los huevos, viejas locas.
Que Dios los bendiga.
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