Domingo 24 de octubre de 2021
Se nos presenta en el camino de Cristo a Jerusalén, en vísperas de su muerte de Jericó a Jerusalén, la curación de un ciego “Bartimeo”.
Jericó es la ciudad más antigua del mundo por ser un crucero muy importante, estaba a la orilla del mar muerto, una región muy fértil y una montaña muy rocosa y además una entrada a Jerusalén con un camino muy plano y una subida leve, cosa que propiciaba el paso a Jerusalén de grandes caravanas. Si los europeos querían conquistar a Egipto, a la India, a Persia, pasaban por ahí a su vez. Si estos pueblos querían conquistar a Europa, pasaban por ahí.
Bartimeo era un ciego que ponían diario a pedir limosna en ese camino y todo mundo lo conocía. También en ese crucero, Mateo que era el jefe de los publicanos que recaudaban los impuestos para los romanos y muy odiados por cierto era rico y pecador, robaba mucho y para ver a Jesús, se subió a un árbol, de hecho tenía el sobrenombre de “Zaqueo o sea Zotaco, chaparro”.
Su nombre significa: hijo de Timeo, y aprovechando que oía que iba pasando Jesús y era el único que podía hacer que Bartimeo volviera a ver, empieza a gritar; “hijos de David, tengan compasión de mí” y otra vez volvía a gritar a pesar que lo callaban, hasta que logró que Cristo lo llamara y de un salto se levantó, por allá aventó el manto y Cristo lo curó y este a su vez lo siguió, muy agradecido del milagro que le había hecho, proclamando tan grande favor. Se ve en este milagro por si ustedes quieren que Cristo les haga un milagro, lo siguiente:
- La constancia, Bartimeo jamás dejo de creer, perseveró.
- La prontitud en hacer lo que Cristo le mandaba, pues de un salto se levantó.
- Estaba seguro de lo que quería y eso mismo fue lo que le pidió a Cristo.
- Obtuvo el milagro por su gran fe, nunca dudó y fue premiado.
- Su oración fue agradecido, nosotros recibimos muchos favores de Cristo diariamente y no logramos más por mal agradecidos, si en la vida real si alguien no nos agradece, un prójimo nunca lo volvemos a auxiliar, ¿o no? Cabe señalar que no somos nada todo se los debemos a Cristo y necesitamos mucha humildad para poder obtener algo valioso de Cristo.
¿Cuántos hay que sentados a la orilla del camino de la vida y la vemos pasar sin hacer nada por enriquecer a nuestra alma y siempre buscamos el dinero; lo material, sabiendo que nada nos vamos a llevar?. ¿Verdad que casi no cabe nada en la caja?.
Comentario de buen humor:
A un párroco de una parroquia muy pobre, le mandaron una monjita jovencita y solo tenía una cama y una mula. Compró otra mula para la monjita y le dice: mire madre, usted se queda en la cama y yo en el suelo.
Padre, no hay problema, total ponemos una almohada en medio. Salen a misionar y se le cae el sombrero a la monjita al otro lado de la cerca y le dice: madre ahorita me paso. Padre, si no se brincó la almohada, menos la cerca.
¡Que Dios los bendiga!.
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