Reflexión Dominical del Padre Pistolas, Alfredo Gallegos Lara

AMAR Y SERVIR Y EN EL CIELO PROSEGUIR

Domingo 24 de Marzo de 2019

 Tenemos ahora en el libro del Éxodo la vocación de Moisés, un hombre justo que impidió la muerte de un judío en manos de un egipcio. Cómo defiende a un grupo de pastoras, de pastores abusivos, mucho tiempo cuidando en el desierto las ovejas de su suegro Jetro, sacerdote de Madián; se había casado con su hija Séfora, le dio tiempo de meditar en cómo librar a sus paisanos judíos de la esclavitud de Egipto.

Sucedió en el monte Sinaí, que significa Zarza. La zarza que vio Moisés, que no se consumía con el fuego, pero muchos, (24,000) perecieron en el desierto por renegar de Dios, adorar un becerro de oro, cometer pecados de impureza con mujeres medianitas y moabitas.

Se requiere una conversión, (cambiar en sentido contrario) de nuestra dirección en el camino. La conversión tiene tres pasos:

1º. Ver lo malo que hemos hecho, si no lo reconocemos nos pasa lo que a los que tienen sida o tuberculosis, como no sientes síntomas ya cuando se dan cuenta es demasiado tarde. De niños, éramos angelitos y nos gustaba ponernos máscaras de diablitos, ahora somos unos demonios y nos gusta poner una cara de angelitos de yo no tengo pecados, decimos y como yo le dije a una señora amancebada, que nunca iba a la iglesia: “señora los que no tienen pecados están en el cielo, no se haga pendeja”.

2º. Sentir tristeza no quiere decir que nos deprimamos, si no que nos duela ofender a Dios por el gran amor que nos tiene como San Pedro después de las negaciones o San Pablo después de perseguir a la iglesia.

3º. Propósito firme de cambiar, es lo más importante porque si te confiesas te duele, pero no haces obras buenas te vas al infierno con todo y confesiones; se necesita esforzarnos en cumplir los buenos propósitos, de lo contrario, nos pasa lo que a la higuera que no da frutos y nos cortan.

Pilatos puso a soldados romanos entre los judíos que ofrecían sacrificios a Dios, pero vociferaban contra los romanos y sacando sus espadas de entre los mantos hicieron una matazón. Se cayó una torre que se cuarteó con la humedad del torrente de Siloé y murieron 18 que se bañaban en la alberca, algo fortuito que no tenía nada que ver con sus conductas buenas o malas.

Tengo muchos conocidos que se esfuerzan en hacer bien las cosas, trabajan, se curan, tienen bonitas casas pero que llevan unas vidas muy vacías, nunca se paran en la Santa Misa; se creen autosuficientes, critican toda la vida a los sacerdotes, no aceptan una sola broma, acuden con los masones, con los alcohólicos anónimos y los espiritistas, etc. Pero les falta la fe, la alegría que da ayudar a los pobres, les falta la humildad tan necesaria para saber vivir, siempre orgullosos, terminan en una vida infeliz. Les falta conocer más a Cristo, acercarse a la iglesia. Como decía el general romano Tito: día perdido, día malgastado. Estudiantes que no estudian, maestros que no preparan católicos, que no rezan y jamás hacen un favor a nadie.

 

Pepito, ya que vas al catecismo ¿quién dijo la frase que es mejor dar que recibir?

Pepito: un boxeador Padre Pistolas.

 Rosita cuando seas grande ¿piensas ser mujer buena o mala?

Mala padre, es mejor las discotecas, las playas, las calles que los conventos.

 

¡Que Dios los bendiga!.

El Padre Pistolas es un conocer de armas

Alfredo Gallegos realiza tareas de evangelización