Reflexión Dominical del Padre Pistolas, ABUSADOS, ¡CONVIERTANSE YA!

Domingo 01 de diciembre de 20019…

Ha comenzado otro año litúrgico, otro ciclo y otro Evangelio, el de San Mateo, el más largo y junto con el Evangelio de San Juan, el más estudiado. El tiempo de adviento, tiempo de la llegada próxima de Cristo a nuestro mundo. Tanto la cuaresma como el adviento son tiempos fuertes, se visten los altares,  los sacerdotes de  color morado.

Dice que ahora Cristo es como el tiempo de Noé: la gente comía, bebía y se casaban (hacían sexo), puro perpetuarse, algo sano y necesario para la conservación del género humano; el problema era que se olvidaban y se olvidan ahora de lo espiritual, teniendo como consecuencia la injusticia, las comelonas, las borracheras, el robo, el secuestro, el desenfreno, la envidia, los pleitos y la violencia. ¿cuál convivencia? ¿Cuál igualdad? ¿Cuál fraternidad?

Las sugerencias para lograr esa paz no es únicamente la “no violencia”

1º. Que haya una verdadera justicia, dándole a cada quien lo que le corresponde.

2º. Buscar oportunidades para quienes nunca han tenido oportunidades de trabajo, de estudio, de servicios de salud, de vivienda.

3º.  Castigar a los delincuentes metiéndolos a la cárcel, ladrones, asesinos, a todo el que rompe con la convivencia humana y no decir que amor y paz para los delincuentes ¡ni madre! “Que Cristo no fue violento” ¿Cómo no, entonces cuando echó fuera a los mercaderes a patadas y latigazos ¿no fue violencia? Cuando le dijo en el huerto de los olivos a los Apóstoles el jueves santo; “vendan sus mantos y cómprense una espada “ ¿acaso no le cortó la oreja a Malco San Pedro con su espada? ¿acaso no presentamos a San Pablo con una espada? ¿acaso no presentamos a San Pablo con una espada? ¿acaso San Simón el zelote o el fanático no fue guerrillero? Y aun así, Cristo lo escogió como apóstol junto con Judas Tadeo.

Todo mundo debemos tener una arma en la casa, no para agredir y matar a los demás si no para que no nos maten a nosotros, estamos obligados a defender nuestra vida, nuestra familia y nuestras propiedades, ese derecho es eterno y universal y no necesitamos que ningún diputadito nos lo de.

Como he dicho en otras ocasiones: la mejor arma de Cristo y también la mía es la” bondad”, por eso tengo mandada hacer mi lápida para ni muerte que dice: Aquí yace el Padre Pistolas, “se la pasó haciendo el bien”.

También un arma muy poderosa es la oración, rezar el rosario, pero eso no basta; es necesario que el obispo y el sacerdote hagan y organicen muchas obras de caridad, hospitales, escuelas que el gobierno ha monopolizado, orfanatos, hablar con los familiares de los jóvenes que andan vendiendo droga, gasolina robada, robando.

Pero da la casualidad que el cura se encierra en su casa, no le importa más que los carros nuevos, el futbol, las casas, las vacaciones al extranjero; ni siquiera conoce a la mayoría de los feligreses, en pocas palabras, les vale madre el bienestar de sus feligreses. El triunfo del demonio es, en estos tiempos, que nos convenció de dejar la conversión para después, no ahora.

 

Comentario de buen humor:

Decía un bombero: “quiero que toques la campana como en la estación, el primer toque a la cama, el segundo a la acción”.

La señora da un tercer toque

¿Y eso? “dile a tus compañeros que la manguera está muy corta, no alcanza.

¡Que Dios los bendiga!.