Domingo, 03 de marzo de 2024
HACER EL BIEN PORQUE VAMOS A RESUCITAR
Aparece en este domingo la purificación del templo en San Juan, también en todos los evangelistas y arrojando a chicotazos a todos los mercaderes, aunque algunos parecían correctos diciendo Dios: “han convertido en un mercado la casa de mi padre”.
Cuando los romanos llegaron a Jerusalén, se espantaron de los baúles llenos de oro, que nunca habían visto tanto oro, que tenían los hijos de los sumos sacerdotes. Vendían toros, borregos y palomas para los sacrificios pero muchos no los mataban y luego los volvían a vender, y lo mismo los cambistas, prohibían echar en las alcancías monedas griegas y romanas disque porque tenían la figura pagana del César. Así pedían dos monedas romanas por una judía para echarlas en las ofrendas, una por negocio.
Al reclamarle a Cristo, los sumo sacerdotes que ¿con que autoridad hacia eso? Contestó: destruyan este templo, que habían construido en cuarenta y seis años y yo en tres días lo reconstruiré, refiriéndose a su cuerpo que iba a resucitar, con cambio de rezar, en verdad y en espíritu y no en repetir oraciones en el templo sin alma, ni conciencia de lo que se dice.
Sobre todo en templo de la resurrección que ni los apóstoles podían entender, porque a muerte en la cruz era escandaloso para los judíos, “maldito el que cuelga de un madero” decían y locura para los griegos y romanos que buscan, todo con la sabiduría y la razón.
El problema es que aunque Cristo ya resucitó y lo creemos nosotros, no hemos resucitado y debemos descubrir signos de nuestra resurrección, por ejemplo la reconciliación con nuestros enemigos y teniendo en cuenta que vamos a resucitar y hacernos pagar nuestros errores para recibir premios por nuestras buenas obras; siendo generosos en dar lo nuestro a los pobres, esperando no en los pobres sino en que Dios nos va a pagar, curando a los enfermos y cuidando lo más que se pueda nuestra vida, no haciendo daño o matando a nuestros prójimos. ¿Cómo eso que nos dan medallas por matar a otros en la guerra?. Es preocupante que nosotros no vayamos a misa los domingos, cuando Cristo iba cada año a la fiesta de la pascua desde los doce años; vamos únicamente el 5% de los católicos a misa y son 800 millones de hermanos que son de otra religión ¿Cómo vamos a volverlos al redil? ¿Cómo vamos a convencerlos de que vayan a misa? Si no preparamos bien los sermones son un aburrimiento, los jóvenes exigen temas interesantes; exigen el buen ejemplo de nosotros los sacerdotes y obispos, no vivimos pobremente, no hacemos obras por el pueblo, predicamos lo espiritual y exigimos lo material, colectas para todo ¿Cómo criticamos a los dinereros protestantes, si cojeamos de la misma pata? No somos capaces de servir a los enfermos con buenos y gratis dispensarios, no organizamos comedores para los pobres, nos ausentamos de la educación, ¿en dónde están las universidades y escuelas católicas y gratuitas de la iglesia?
Humor:
Un matrimonio cumplió 35 años de casados y se fueron en una segunda luna de miel y le pregunta a la señora, su amiga: ¿Cómo les fue?. Y contesta: la primera vez no hallaba como contener a mi marido; y ahora, no hallaba cómo consolarlo. ¡Que Dios los bendiga!.
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