Domingo 27 de octubre de 2024. LA FE TE HA SALVADO
En el evangelio de San Marcos nos aparece la curación de un ciego llamado Bartimeo en el último viaje de Cristo a Jerusalén, eran las vísperas de su muerte al pasar por Jericó, era muy conocido y de los pocos que aparece su nombre.
Las personas ciegas sufren mucho, estaba muy triste, pero al preguntar por qué había tanta gente le informan que porque pasaba por ahí Jesús de Nazaret y empezó a gritar, aprovechando la oportunidad de su vida para ver. Trataban de callarlo hasta que Cristo lo llama y gente de buena voluntad lo lleva y le dice Cristo que ¿qué quiere?, y le contesta: “hijo de David”, que yo vea. Y sin más, empieza a ver y lo sigue hasta Jerusalén.
Para enseñanza nuestra, vemos el ejemplo de Bartimeo y así debe ser nuestra oración:
- 1º. Constancia, Bartimeo siguió gritando cada vez con más fuerza, jamás se desanimó.
- 2º. La prontitud en hacerlo, muchos dejan para después o para mañana lo que deben hacer; Bartimeo avienta el manto y de un salto se pone de pie. Decía San Agustín: temo a Dios que llama, si no le respondo, puede ser que no me vuelva llame más.
- 3º. Bartimeo sabía exactamente qué era lo que quería, le preguntó a mucha gente qué le pediría a Dios, si le concediera nada más una cosa y contestan que no sabían de tantas cosas que quieren.
- 4º. Lo principal que tenía Bartimeo era su fe, porque Cristo se lo dice: “tu fe te ha salvado”, según sea tu fe así serán las cosas que te sucederán ¿por qué la mayoría de la gente no obtiene su salud, el amor, la riqueza? Porque no tienen fe, el arcángel san Rafael le dijo a Tobías: “nunca te de pena contar las favores que Dios te ha dado”.
Con base en lo anterior, Yo difundo esos favores:
Entre 5 000 000 de espermatozoides, yo fui el elegido para nacer.
Yo fui elegido sacerdote católico.
Me dio una gran inteligencia.
Me dio la oportunidad con la oración y el estudio para curar mucha gente.
Vivir muchos años.
A veces, Dios cura poco a poco y a Bartimeo lo curó con una palabra.
Lo llamó a Cristo con un título muy apreciado entre los judíos.
“Hijo de David”, reconoce en el nosotros que debemos imitar esa misericordia y compadecernos de los que lo necesitan, vemos un herido en el suelo y nos vamos de paso, tenemos un enfermo de vecino y ni siquiera lo visitamos, menos lo vamos a auxiliar. A veces no curamos a los parientes, somos tan inútiles que ni siquiera vamos al doctor y no queremos gastar ni en nosotros mismos, hasta que vemos la muerte de cerca y de eso tengo muchísimas experiencias.
Muchos tenemos ojos sanos y no queremos ver que el cigarro, los refrescos, la chatarra, nos están matando y menos queremos ver nuestros males espirituales, el aborto, la mentira, la traición, el no practicar nuestra religión,
Estudios de la Universidad de Harvard, la más prestigiada, revelan que la religión y más la católica, es el único freno para el divorcio, la guerra, las drogas, el alcoholismo, la violencia y la injusticia.
Humor:
“En la noche de bodas”, le dice el novio; pónte estos pantalones; para que veas quién va a llevar los pantalones, y ella le dice: a ver métete en mis pantimedias. Imposible, son muy chicas, pues cambia de actitud, si no, no vas a entrar nunca.
Que Dios los bendiga!.
Alfredo Gallegos comenta que el hombre no debe perder la fe en lo que hace
El Padre Pistolas destaca que la constancia es una forma de ser mejores