REFLEXIÓN DOMINICAL DEL PADRE PISTOLAS

Domingo, 12 de mayo de 2024.

VAYAN, PREDIQUEN Y CÚRENLOS.

Gran fiesta tenemos en San Marcos, ascensión de Cristo a la Gloria, después de su resurrección. No es una triste despedida porque se va, pues se queda con nosotros para que gocemos su estancia eterna, esperando su segunda venida. ¿Cuándo será?.

Actualmente los Judíos esperan a otro mesías, no lo aceptan porque a este Cristo-Mesías no aceptan, y lo mismo los apóstoles cuando Cristo les dice de la llegada del Reino de Dios. ¿Ahora si vas a restablecer el reino de Israel?, esperando un reino supremo del mundo, dominado con ejército y poder de Israel, pero no se trataba de un reino no solo mundano, material, sino espiritual de amor y paz. También es un reino material pero la iglesia es un reino visible, incluso es un estado con moneda propia, bandera, constitución y escudo. Es hasta reconocido por las demás naciones, pero universal, espiritual y un reino de paz y felicidad.

La ascensión de Cristo entre nubes fue necesaria, como un triunfo sobre la muerte, después de mandarnos a los apóstoles y todo cristiano a predicar, cosa que no hacemos, incluso nos avergonzamos de hablar en nuestras conversaciones sociales de cristo; de la fe, en lugar de hacerlo apasionadamente, porque no fue un consejo de Cristo, fue una orden y debemos hacer por todos los medios posibles, redes sociales, periódicos, televisión, etc. Y sobre todo conviviendo con las familias. El derecho canónico quiere que el párroco visite los hogares, conozca a todos y cada uno de sus feligreses, cosa que no hacemos y resolvemos sus problemas sociales, la paz, la no violencia, el agua, la educación, por lo menos la primaria pero de calidad, la catequesis, el espíritu misionero de ayudar a los enfermos y a los más pobres, como los primeros cristianos del libro de hechos de los apóstoles.

La ascensión es una parte de agua del final de la vida de Cristo y el comienzo de la iglesia. Las obras de Lucas sugieren que gracias a la ayuda de Dios han podido cambiar ese momento de duelo en un inicio nuevo de la gran difusión del evangelio y el comienzo de la comunidad eclesial. Lo más importante, es la misión de la iglesia y los milagros que le acompañan: “El que crea que se bautice, se salvará; el que se resista a creer será condenado, arrojarán demonios en mi nombre, hablarán lenguas nuevas, cogerán serpientes en sus manos y si beben un veneno mortal, no les hará daño; impondrás las manos a los enfermos y estos quedarán sanos”.

Cristo subió a la gloria y está sentado a la derecha de Dios, ellos predicaban y confirmaban su predicación con los milagros que hacían.

¿Por qué no logramos milagros? Porque no tenemos fe, si tuviéramos fe iríamos diario a misa y comulgaríamos, socorreríamos a los pobres, los curaríamos con doctores, comprándoles y regalándoles la medicina, pero la triste realidad de los sacerdotes es que no entra eso en nuestros planes, más bien acumulando dinero, bienes y darnos una buena vida, después de gastar y estudiar para hacernos sacerdotes.

Humor:

Señorita, ¿Le sirvo una copa de vino?

No porque me hace daño para las piernas.

¿Se le hinchan?

No, se me abren.

Que Dios los bendiga!.

Alfredo Gallegos destaca que todo cristiano debe creer en Dios

El Padre Pistolas recuerda que es necesario promover la ayuda por los enfermos