Domingo, 14 de abril de 2024. ¿VEN LA PRUEBA DE LA RESURRECCIÓN?.
En San Lucas se nos presenta las apariciones de Cristo, primero a los dos discípulos, uno no sabemos; y el otro “Cleofás” hijo de María. Es una de las tres Marías a quienes se les apareció Cristo en la tumba, junto con María Magdalena el día de la resurrección.
Destaca la admiración de los apóstoles después de que llegan platicando de Emaús. Son estos discípulos que tontamente no habían reconocido a Cristo hasta que se quedó a cenar y partió el pan y dio gracias a Dios, Cristo como en la eucaristía y cuando multiplicó los panes y les había platicado de como tenía que padecer los golpes y la muerte en la cruz para salvarnos y tenía que cumplir las profecías de Moisés. Los profetas y los salmos, una verdadera biografía que Cristo tenía que cumplir; escrita antes de nacer, única en el mundo y que los apóstoles no creían porque esperaban a un mesías guerrero y liberador y aunque lo veían con sus propios ojos no creían. Asustados tuvo Cristo que convencerlos de que no era un fantasma poniéndose a cenar pan, pescado y vino en medio de ellos; como quien dice era la prueba de la resurrección y todavía los mensos protestantes no aceptan, ni la divinidad de Cristo, cosa que ni el mismo fundador de ellos, Martin Lutero, sí creía y no solo eso, quiso confesarse antes de morir para no irse al infierno. Hoy salen con pendejadas de que hay que guardar el sábado porque está en la biblia, en tiempo de Moisés y Abraham no había biblia y Cristo se sigue revelando después del año tres mil porque la palabra de Dios está viva. Hacen jaladas como hacer pedazos una imagen de la virgen de Guadalupe porque (disque) no tiene ningún poder y todo para cobrar diezmos y hacerse ricos y una bola de mensos aquí y en Estados Unidos, haciéndoles caso.
Como los discípulos de Emaús pues, caminamos con Cristo en el dolor en la pandemia y no lo reconocemos.
Cristo nos manda ser testigos apasionados, no tibios y mediocres como somos de su pasión y resurrección sobre todo con hechos, siendo generosos y caritativos con los enfermos, los pobres, los hambrientos y los ignorantes dando un gran testimonio. Los evangelistas insisten en que nos volvamos a Dios, no siendo pecadores.
Humor:
Llega una señora muy sudada a comprar un kilo de naranjas y le dice el vendedor: ¿bien escogidita verdad? Y la señora le dice: A usted que le importa, deme mi kilo de naranjas.
Que Dios los bendiga!.
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