Desde el corazón de mi corazón para el mejor, más grande y más querido maestro de mi vida.
PROF. CESAR VELASCO OCAMPO
Como un homenaje de mi más profundo reconocimiento, admiración y eterna gratitud por haberme educado, formado e inspirado, inculcándome, con paciencia y amor, los conocimientos, habilidades, valores, autoestima y el carácter que me permitieron enfrentar y superar un destino que me condenaba a la oscuridad y a la pobreza.
Maestro:
Tus enseñanzas en el aula y en la vida me dieron un piso firme y un camino de luz, optimismo y esperanza sobre los cuales pude hacer de mí un ser dedicado a luchar por la igualdad de oportunidades, para todos, para SER, HACER Y TENER; PARA NACER, VIVIR Y MORIR CON DIGNIDAD Y A SABER EN ENCONTRAR EN EL DAR, SERVIR Y AMAR LA ALEGRIA DE VIVIR.
Hiciste de mí el mejor estudiante de tu grupo y quizá de Acámbaro. Honré tu esfuerzo y esperanza en mí. Con sincera humildad quiero decirte que EN DONDE QUIERA QUE PARTICIPE, FUI SIEMPRE EL MEJOR O DE LOS PRIMEROS, SIN EMBARGO, ESTO NO FUE OBRA MIA, SINO DE DIOS Y TUYA, YO SOLO ME ENTREGUE A LOS DOS Y, de su mano, desde los 13 años me dedique a la lucha social contra la injusticia, lo que me permitió ganar el apoyo y la amistad de un PRESIDENTE DE LA REPUBLICA para mi causa. Asimismo, pude desarrollarme en la vida académica como sociólogo y abogado, en el Servicio Público y en la representación popular y ciudadana como Diputado y Concejal.
GRACIAS por enseñarme a leer, escribir, contar y pensar, con un cuento y un dibujo por cada letra que tu ingenio creaba.
GRACIAS por enseñarme a jugar y a cultivar la declamación y la oratoria (creabas los poemas, discursos y las coreografías).
GRACIAS por enseñarme a amar a mi Acámbaro y a mi Patria (sé que tu espíritu cívico y patriótico no se apaga. Hoy eres el alma y motor de la vida cívica de nuestro municipio).
GRACIAS por existir, por haber nacido y por haber sido mi maestro.
GRACIAS por tu presencia en mi vida, porque al darme parte de la tuya, encendiste la mía.
GRACIAS por enseñarme a mirar con los ojos del alma, a querer para los demás lo que se desea para sí.
GRACIAS por haber hecho de tu vocación una verdadera misión de vida.
GRACIAS por seguir iluminando y enriqueciendo con tus luces y talento artístico la vida pública, política y cultural de nuestra entrañable comunidad.