Pbro. Rigoberto Beltrán Vargas, Colaborador del Periódico Digital “El Ciudadano”.
Todavía entre contradicciones, suposiciones y medias verdades se afirma que el grupo delictivo “Los Correa” fue responsable del ataque realizado la noche del domingo 29 de marzo en un palenque ubicado en la finca “El Paraíso”, en el municipio de Zinapécuaro, Michoacán, que dejó un saldo de 20 muertos.
El objetivo que se buscaba era asesinar a un presunto líder del grupo delictivo de Jalisco “Nueva Generación”. Cifras oficiales y versiones periodísticas dan cuenta de que hasta el 27 de marzo anterior se han cometido este año, al menos 746 homicidios en el estado de Michoacán: (enero 234-febrero 256-marzo 266).
El 27 de febrero, al menos 11 personas fueron atacadas a balazos en la cabecera municipal de San José de Gracia por pleitos dentro del CJNG. El 10 de marzo fue ejecutado el alcalde de Aguililla, Cesar Arturo Valencia Caballero. Un día despues se encontró el cuerpo de René Cervantes Gaitán, Asesor del edil. También el 10 de marzo hubo un enfrentamiento entre guardias comunitarios del poblado purépecha San Juan Nuevo, que dejo 5 decesos y 32 aprendidos, supuestamente del CJNG.
El grupo criminal es la organización con mayor presencia en Michoacán despues del desmantelamiento del grupo “Los Caballero Templarios“ y ha tenido enfrentamientos con grupos criminales locales en los municipios de Tepalcatepec, Aguililla, Coalcomán y Buena Vista, igualmente en las regiones de la Ciénega de Chapala y Purépecha, en la ciudad de Morelia y en el oriente del estado. Y por si fuera poco, tambien operan en la entidad los grupos criminales Nueva Familia Michoacana, grupo de Zicuirán, la Familia Michoacana, el grupo del Golfo, los Correa, los Reyes, Tepalcatepec, Aguililla y Pueblos Unidos.
La región formada por los estados de Colima, Jalisco, Guerrero, Guanajuato, el Estado de México y Michoacán es una zona de alta incidencia criminal, sobresaliendo las ciudades de Zamora, Jacona, Uruapan, Puerto Lazaro Cárdenas y Morelia con sus comunidades, en la cual el pasado jueves 24 llegó hasta 11 las víctimas en un solo día, rompiendo récord histórico en la cantidad de homicidios.
El año pasado en el evento anual de estudio y análisis de la situación de violencia en la ciudad de Morelia, realizado por el Presbiterio junto con su arzobispo Don Carlos Garfias Merlos, se llegó a la conclusión de que la ciudad de Morelia manifestaba esta situación de violencia y que era urgente recoger este diagnóstico y potenciar, dinamizar y enfocar una pastoral que lleve a cabo actividades preventivas, de atención personalizada, grupal y social abierta a la colaboración mutua de los diferentes actores políticos económicos culturales y sociales de la comunidad global de la ciudad.
La estructura de la iglesia cuenta con agentes de pastoral en todo el territorio nacional y por lo tanto en nuestra ciudad y arquidiócesis, con una fe profunda y generosa disposición en la obra apostólica, los cuales enfrentan el gran desafío de desarrollar capacidades para la paz, con el fin de impulsar procesos de largo plazo, concentrados en los cambios que se quieren generar como la toma de conciencia, la conversión personal y pastoral, pasando por las relaciones, las instituciones y el nivel estructural que refleje una iglesia pobre, misionera, comprometida en la construcción de paz como elemento sustancial del proyecto del Reino de Dios.
Para eso, habrá entonces que ir fortaleciendo las capacidades en los equipos parroquiales; elaborar, potenciar y dinamizar una pastoral de la esperanza que acompañe a recuperar su capacidad de soñar, en poner la mirada en un horizonte más allá del caos del hoy para poder llegar a ver un mañana alternativo.
La violencia ha cubierto todo el territorio michoacano
Los agentes de pastoral de la iglesia pueden ayudar a la paz