Con motivo del Plan de “Prevención y Atención de Personas Víctimas de la Violencia” que presentó hace días la Iglesia católica ante el Congreso de la Unión, el Arzobispo de Morelia Carlos Garfias Merlos advirtió en el contenido del documento que “estamos en una situación sin precedentes, y mirar hacia otro lado no hará que la problemática disminuya y mucho menos que desaparezca”.
Resaltó que “tan solo el año 2017 ha sido considerado como el más violento en la historia reciente de nuestro país; con 2,156 homicidios dolosos registrados en el mes de enero, cerrando con un incremento a 2,575 en el mes de diciembre conforme a datos de la Secretaria de Seguridad Publica en enero de 2018”.
Los Estados de Colima, Guerrero, Guanajuato y Michoacán son de los más violentos, “y por si fuera poco, no se cuentan con importantes cifras negras, ya que muchos delitos no se denuncian; considerándose como razón principal, la pérdida de tiempo, la desconfianza y la corrupción”.
Por lo anterior, explicó, “ver la violencia como un problema de Salud Pública implica reconocer que el esfuerzo por erradicarla, debe ser multidimensional; que para identificar los principales factores de riesgo se requiere la cooperación de todos los sectores públicos y privados, no hay atajo; es a través del diseño de estrategias diversas que sean implementadas por cada parte involucrada”.
Garfias Merlos insistió en que “implementar el Proyecto Integral para la Construcción de Paz es sumarse a los esfuerzos del Plan Nacional de construcción de Paz presentado por el Presidente Andrés Manuel López Obrador, y la Dimensión de Paz, Justicia, Reconciliación, Fe y Política de la Conferencia Episcopal Mexicano”.
Para lograrlo, propuso “estrategias de prevención, intervención y proyección social para dar respuesta y acompañamiento a la situación de violencia que se vive en el territorio nacional mexicano; y así, intervenir en la reconstrucción del tejido social y la convivencia pacífica, comenzando una primera etapa con 19 Estados y 5 municipios”.
La violencia está imparable en todo el país
Ninguna fuerza pública ha sido efectiva ante el problema
La nación está convertida en un gran cementerio