“El daño que hace el abuso sexual es terrible y tenemos que evitar que esto pase, porque perjudica a las personas para toda la vida. El daño no es sólo a la víctima, sino también a su entorno”, dijo Monseñor Franco Coppola, Nuncio Apostólico de México.
Así lo manifestó durante la inauguración del diplomado “Prevención del abuso de menores”, que se lleva a cabo del 20 de enero al 14 de febrero en la Universidad Pontificia de México.
El Diplomado, organizado por el Centro de Protección de Menores (Ceprome), convocó a expertos en la materia, provenientes de varios países de América Latina y del mundo.
Con lo anterior, se busca no sólo prevenir propiamente el abuso a menores por sacerdotes, sino denunciar todo caso y llevarlos ante la justicia civil, aún con todas las deficiencias que la caracteriza en México. En el fondo, se trata de que no haya impunidad.
El Diplomado debe servir también para denunciar casos por abusos
Se trata de que no haya un velo de impunidad para sacerdotes pederastas