Arturo Bravo Guadarrama,
Fundador de la Casa de Gestión del Estado de Guanajuato A.C.
En la reforma a la Ley Federal del Trabajo que publico el Diario Oficial de la Federación el pasado Primero de Mayo, se contienen modificaciones que vendrán a dar un viraje en las estructuras sindicales. Entre otras cosas, ahí se establece la libertad de los trabajadores para elegir sin presiones a qué sindicato pertenecer, con esto la cláusula de exclusión que establecía que solo los trabajadores pertenecientes a cierto sindicato podrían laborar en una empresa, será ilegal y tendrán que desaparecer de los contratos colectivos.
La reforma establece que las directivas sindicales deben elegirse mediante el voto libre, directo y secreto de los sindicalizados, además de ser verificadas por un organismo de nueva creación, el Centro Federal de Conciliación y Registro Laboral (CFCRFL), cuya función será la conciliación entre sindicatos, trabajadores y sindicatos, así como entre sindicatos y patrones. Ese Centro también se encargará de recibir, avalar y registrar las nuevas organizaciones sindicales.
En materia de transparencia y rendición de cuentas, la nueva Ley Federal del Trabajo ordena que al menos cada 6 meses las directivas sindicales entregarán por escrito a cada uno de sus integrantes el monto total recibido por conceptos de cuotas sindicales y en qué se gastó, y obliga a dirigentes sindicales para que tengan el aval de sus representados que les autoricen la aceptación de los acuerdos que tomen con el patrón por concepto de revisión salarial.
Sin duda es un gran avance para la clase trabajadora y no así para los sindicatos charros, blancos y personajes que tienen contratos colectivos de protección para algunas empresas. Y no lo es a grado tal, que la Confederación de Trabajadores de México (CTM) solicito la protección y amparo de la justicia contra estas reformas, alegando intromisión de la Ley en la vida sindical. Esos amparos están en trámite y el argumento de defensa es que muchas de las adecuaciones de esta reforma laboral tienen sustento en la adecuación de los compromisos de nuestro País con organismo Internacionales del Trabajo, de comercio y la misma obligación del respeto a la dignidad de las personas y los derechos humanos.
A un mes de que inicie la formalización de todo el andamiaje que permita la aplicación y funcionamiento de esta nueva etapa laboral en México, toda vez que se acercan los plazos para que las organizaciones sindicales adecuen su documentación interna e inicien su transformación, grupos de trabajadores informados se muestran inquietos y han alzado la voz para participar y así detener muchos años de abusos y excesos de quienes a través de los sindicatos los “representan”, pero no velan los intereses de los trabajadores, mucho menos sus derechos laborales.
En el Estado de Guanajuato habrá que estar al pendiente, puesto que trabajadores están ya organizándose para reclamar la democratización, transparencia y rendición de cuentas a sus líderes y otros más intentarán seguramente independizarse de las grandes centrales obreras, principalmente de la CTM.
Con ello, seguramente se iniciará la cacería de sindicalistas que tendrán que enfrentar a líderes sindicales que seguramente exigirán sus despidos, como ya sucedió en algunas empresas como la GM, planta Silao, por ejemplo.
La planta Silao de la GM debe mejorar su relación laboral
La nueva Ley acabaría con la presencia de sindicatos “charros”