Pbro. Rigoberto Beltrán Vargas,
Colaborador del Periódico “El Ciudadano”
Las remesas, la principal fuente de divisas de nuestro país, alcanzaron en mayo 3 mil 203 millones de dólares, su mayor nivel mensual en más de 24 años desde que existe registro de un flujo de capitales, de acuerdo con el Banco de México. Superaron los 3 mil 156 millones de dólares de mayo de 2018, un repunte de 1.5 por ciento interanual.
Es la tercera ocasión que los envíos de dólares de nuestros paisanos sobrepasan la cifra de los 3 mil millones enviados en un sólo mes. Previamente había ocurrido en mayo y junio de 2018. Estos datos acumulados han sido positivos y expresan un soporte para los datos del consumo en México.
Entre enero y mayo de este año, el monto acumulado en remesas fue de 13 mil 724.33 millones de dólares, lo que representó un incremento de 4.74 por ciento en comparación con el mismo lapso del año pasado cuando la cifra fue de 13 mil 103.78 millones de dólares; rubro que también representa un nuevo máximo histórico. Este moderado desempeño va en línea con la desaceleración económica en Estados Unidos, lo cual tendría un impacto negativo en el crecimiento del empleo de los migrantes mexicanos.
Sin estos dólares, no tendrían que comer decenas de miles de familias y faltaría un elemento sustancial para la estabilidad económica.
Una de las causas posibles ha sido la incertidumbre entre los trabajadores mexicanos, debido a la retórica antinmigrante en Estados Unidos, lo que indujo un mayor movimiento de operaciones, así como más envíos por el “Día de la Madre”.
No sólo los seres humanos migran, también numerosos organismos para sobrevivir: Aves, ballenas, tortugas, peces, libélulas, las cebras migran cada año en grandes cantidades a través de las planicies abiertas de África oriental en busca de agua y de hierba fresca. De las aves se conocen cientos de ejemplos en trayectorias que van del norte de África a Europa y de retorno o de norte a Sudamérica y viceversa.
Estos fenómenos se fueron integrando en el tiempo por miles de años. Su objetivo es desplazar poblaciones gigantescas ante los retornos climáticos, estacionales, siempre buscando zonas confortables, en temperatura y humedad o para buscar alimentos o sitios adecuados para su reproducción.
La mariposa monarca también migrante nos da 3 lecciones: el espíritu de cooperación, su gregarismo y su capacidad de adaptación a los ritmos climáticos. Lo libre de su vuelo, es un himno vital.
Los flujos humanos tienen una historia “de toda la vida”
Las aves son un claro ejemplo de migración regional