Lic. Gerardo Argueta Saucedo, Cronista del municipio de Acámbaro.
La re-fundación de Acámbaro “a la española” o bajo un proyecto español, permite ubicar tres momentos fundamentales para la época: ANTES, DURANTE y DESPUÉS de este hecho histórico.
La llamada re-fundación directa de lo que era el Acámbaro indígena tiene lugar entre el 19 y el 28 de septiembre de 1526, esto es, en el DURANTE. En estos 10 días, la comunidad inicia una nueva forma de vida. Y lo hace con el nombre español o colonizador de “San Francisco de Acámbaro”, conforme al Acta de Fundación de 1526.
ANTES, el proceso de la conquista de la región del Acámbaro indígena inició en 1522 y concluyó justamente en 1526, al cabo de 4 años, en tanto que DESPUÉS a este suceso tuvo vigencia su incorporación a la cultura hispana entre 1526 y 1535 cuando se firma el Acta de Fundación, es decir, 9 años más tarde. Aquí, quedó confirmada la re-fundación del Pueblo Nuevo como una Congregación de Indios perteneciente a la Provincia de Michoacán de la Nueva España.
Acámbaro cumple 495 años de su fundación “a la española”
19 al 28 de Septiembre de 1526: 10 Días
Bajo un proyecto español, Acámbaro es re-fundado. Sin embargo, fue una acción de hecho y no de derecho, pues ésta condición la adquirió hasta el 25 de noviembre de 1535 cuando es firmada el Acta de Fundación.
“San Francisco de Acámbaro”, siendo una Congregación de indios naturales de la Provincia de Michoacán de la Nueva España, quedó adscrito al Obispado de Michoacán, cuya sede original primero fue Tzintzuntzan y después, Pátzcuaro. A purépechas, otomíes y chichimecas se agregaron los españoles, en una primera instancia; y en una segunda, pequeños grupos de pames, mazahuas y negros o africanos (que llegaron como esclavos), de los que luego habría mulatos. Acámbaro es así pluriétnico con una mezcla de razas entre la cultura indígena, española y africana. Para el tiempo de la re-fundación de 1526 había 412 jefes de familia entre purépechas y otomíes, en tanto que más de 5 mil chichimecas. En lo general, existían más de 5 mil 400 habitantes.
La localidad conserva interesantes monumentos históricos
Una de las transcripciones del documento que sirvió como Acta de Fundación del Pueblo de “San Francisco de Acámbaro”, asignada a Fray Pablo Beaumont en el siglo XVIII, permite conocer las acciones que tuvieron lugar durante los 10 días clave de septiembre de 1526:
1.- Para el sábado 19 de septiembre, se asigna el nombre a la comunidad: “San Francisco de Acámbaro”, y los frailes evangelizadores colocan una cruz y construyen una ermita. Hay dos campanas e inicia el trazo del pueblo nuevo,
2.- Entre el domingo 20 y el sábado 27 de septiembre, hay una misa eucaristía; 6 caciques intervienen y comienzan a repartirse casas y solares a los pobladores, lo mismo que áreas para huertas. Los Chichimecas-guamares no representan peligro y aceptan quedar al otro lado del Río Lerma (en lo que hoy es el área de la colonia “Loma Bonita”); los otomíes al centro (entre el Río Lerma y la actual calle Abasolo, aproximadamente) y los purépechas al otro extremo de la comunidad (entre la calle Abasolo y el barrio de “La Soledad”). No falta un paseo de los habitantes y de los conquistadores españoles por todo el pueblo, a manera de festejo, y
Rojas, Pedro; “Acámbaro Colonial”; Ed, UNAM; México, D.F., 1967, pp. 238 (incluyendo ilustraciones).
3.- El domingo 28 de septiembre, tiene lugar la elección de autoridades mediante un Ayuntamiento, quedando al frente Pedro de Granada y Mendoza, Gobernador de Provincia. La Provincia tenía a Acámbaro como cabecera. El Alcalde Ordinario fue Pablo Fabián de León. En lo sucesivo, la elección de las autoridades sería el día primero de enero de cada año.
El Acta de Fundación de 1526 es firmada hasta el 25 de noviembre de 1535 tanto por la parte eclesiástica como militar. Por la primera, lo hacen Fray Antonio Bermul y Fray Juan Lazo de Quemada; y por la segunda, don Nicolás de San Luis Montañéz en su carácter de “Capitán General por el Rey Nuestro Señor, Conquistador y Fundador, Poblador de estas Fronteras de Chichimecas de esta Nueva España”. Nicolás de San Luis Montañéz, merecedor de la confianza de Hernán Cortés, era un indio converso al catolicismo, cacique natural de Tula y Jilotepec y Deudo de la Casa Imperial de Moctezuma.
Es de resaltarse que la re-fundación constituyó el fin del Acámbaro indígena, pero el inicio de “San Francisco de Acámbaro” conforme a un proyecto “a la española”. Y además de su carácter pluriétnico, destaca el mestizaje debido a la inmediata fusión de la sangre indígena con la española.
Un proceso que duró 13 años
A lo largo de 13 años: 1522-1535, Acámbaro vivió un intenso proceso de Conquista (1522-1526), Colonización (1526) y de Incorporación a la Cultura Hispana (1526-1535), siendo un pueblo de profundas raíces indígenas.
A la fecha, tras casi 500 años (1526-2026), Acámbaro conserva su nombre original* que es de esencia otomí y a través de los siglos, la localidad ha pasado de Aldea y Congregación de Indios a Villa, Ciudad y Municipio.
Hoy en día, por fortuna, Acámbaro mantiene promisorias perspectivas de modernización y desarrollo social en el mundo globalizado del siglo XXI.
*.- El nombre de Acámbaro en la versión indígena, lo fue desde el año 1275 hasta 1526, mientras que el de “San Francisco de Acámbaro” estuvo vigente hasta 1855. Y desde ese año hasta nuestros días, nuevamente ostenta el de Acámbaro que recupera su raíz indígena, principalmente otomí.
Acámbaro está hoy inmerso en el mundo globalizado del siglo XXI