Pbro. Rigoberto Beltrán Vargas, Colaborador del Periódico Digital “El Ciudadano”
Me parece alentador para los esfuerzos positivos que se viene haciendo en la Diócesis últimamente en el campo de la pastoral de pueblos originarios, comentar algunos aspectos del pensamiento y acción del padre Clodomiro Siller Acuña, sacerdote mexicano fallecido el martes 17 de agosto a las 11:30 de la mañana a la edad de 83 años.
Estudioso, conocedor profundo, formado y capacitado para el servicio pastoral de los pueblos originarios de Mesoamérica y andinos, ejerció su servicio como asesor de comunidades indígenas de México y América Latina a través del Centro Nacional de Ayuda a las Misiones Indígenas (CENAMI) de México, el cual compartió su muerte diciendo que “volcó todos sus conocimientos y su pasión a la consolidación del CENAMI, como un instrumento eficaz para la iglesia y la sociedad mexicana (y) oyeran, valoraran y asumieran la voz y la causa indígena como un dinamismo de vida capaz de renovar a todos”.
En el Quinto Encuentro Continental de Teología India, realizado en Brasil (2006), se le preguntó ¿Cómo ve el caminar de la Teología India de América Latina?. Respondió:
“La vida de las comunidades es muy integral en su vida diaria. Ellos están en contacto con la naturaleza, con el rio, con la sociedad, están incluso en contacto con las estructuras grandes de la dominación, porque ahora todo está relacionado. Lo mismo pasa con la Teología, ellos están haciendo una experiencia también de Dios, pero no están viendo si esto es una verdad revelada o una respuesta que yo doy, eso es un problema que yo voy a resolver pastoralmente y esto es un ritual. Ellos no están preocupados con definir estas cosas. La Teología India por razones de sobrevivencia se tuvo que englobar y cristianizar muchas veces con los gestos y palabras que vinieron de Europa. Para ellos eso fue una estrategia de sobrevivencia en cuanto que fue satanizada y prohibida, en cuanto que fue mal interpretada… Hay una estrategia de fondo de decir nosotros vamos a vivir lo teológico todo junto, así como ellos no entienden nuestra experiencia comunitaria y económica que la hacemos de una forma global, así también hacemos nuestra experiencia de fe global e integrada y ellos también no la entienden. Cada vez hay más conciencia y participación, cada vez hay más gente que se solidariza con esta Teología, no solo a nivel de base y local, sino que son muchos sacerdotes y religiosos-as, iglesias diocesanas, obispos… Etc”.
Y agregó: “En lo que a mí mismo me consta, cuando el Cardenal Ratzinger era prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, él propuso que esta teología hay que acompañarla y hay que servirla… Los pueblos indígenas del continente continuarán su caminada…”.
¿Cómo evalúa este caminar de los pueblos indígenas?
“Desde el primer día que los europeos pisaron el Continente (Cristóbal Colón), los indígenas lo primero que hicieron fue salir a recibirlos con caña de humo, con pipas, para fumar. Ellos lo que querían era el encuentro para producir la paz. Porque para ellos el fumar era una cosa muy teológica donde se junta la lumbre, el fuego que es el sol, la vida y el sacrificio que se quema. Pero este elemento teológico de la vida de Dios que se sacrifica por nosotros también significa “nosotros queremos contigo la paz”.
Hago míos los sentimientos de la Dimensión Diocesana de los Pueblos Originarios de la Arquidiócesis de Morelia, con motivo también de la llamada de Dios a la vida eterna del padre Rodolfo: “Encomienda en las manos de Nana Iurhixe al Padre Tata Rodolfo Abad, Apóstol de nuestros pueblos, y ruega para que el padre Kuerajpiri le otorgue la kanakua de la vida eterna”.
Es deseable un mayor acercamiento entre la Iglesia y los pueblos originarios
El respeto a la cultura y las tradiciones indígenas es esencial en toda sociedad