Rigoberto Beltrán Vargas,
Colaborador del Periódico “El Ciudadano”
1.- Hechos: La riqueza natural michoacana –bosques de oyamel, pino, encino, pinoencino, selvas bajas y medianas-, está hoy en grave peligro por la desforestación.
Michoacán es uno de los Estados más biodiversos del país; ocupa el quinto lugar con mayor riqueza después de Chiapas, Oaxaca, Veracruz y Guerrero. Además, ciertamente las tasas de desforestación han disminuido últimamente, sin embargo existen dos focos principales: la zona de Taretan, Salvador Escalante, Uruapan y los municipios de Aquila y Coalcomán.
En 25 años, este Estado perdió cerca de un millón de hectáreas de bosque, ubicándose en la lista de entidades que pierden miles de hectáreas producto de la incansable quema. La temporada de incendios forestales dejó poco más de 12 mil hectáreas de bosque, selva y suelos forestales afectados durante el año pasado; en el año 2017, la cifra fue de más de 14 mil hectáreas en toda la entidad. Morelia es el municipio con mayor tasa de afectación. Se estima que la mayoría de ellos fueron provocados por el desarrollo urbano irregular.
Por lo que ve a Morelia, concretamente en el área de la Mintzita, las constructoras siguen destruyendo la ya reducida zona de amortiguamiento del manantial. Pese a las denuncias ciudadanas y de los medios de comunicación, multas y sellos de clausura de obras, las maquinarias vuelven a trabajar.
También Michoacán se encuentra en los primeros lugares a nivel nacional por la pérdida de bosques, causada por la tala clandestina donde se encuentra el crimen organizado. Este problema habrá que enfrentarlo como problema de seguridad pública, no solo como forestal.
2.- Reflexión: Los recursos naturales de México son muchos, sin embargo, no es ni respetuosa ni responsable la actitud de muchos de nosotros. La pareja humana, la humanidad recibió el mandato de su creador: “dominar la tierra”, que significa administrar la creación entera, lejos de toda actitud depredadora y abuso sobre las creaturas.
Recordemos que el deterioro de la naturaleza y el abuso de los recursos naturales son consecuencias del pecado, del egoísmo, de una conciencia de dominación y explotación, de un sistema socio-económico donde prevalece como el valor supremo del lucro por encima del hombre.
3.- Aplicación: La misión evangelizadora de la Iglesia de Jesús tiene alcance ecológico, cuidar el medio ambiente es tarea también de la evangelización. Son muchas las actividades que podemos realizar los católicos en este sentido. Podemos asumir este desafío y realizar tareas que vayan conformando en la Diócesis y en la Provincia, la pastoral de la ecología y del medio ambiente.
Así como organizamos grupos y equipos de trabajo en las parroquias para responder a diversas necesidades, de la misma manera podemos motivar a personas para que desde la fe atiendan este desafío.
Esta pastoral fomenta la educación y toma de conciencia en torno a la naturaleza como una herencia gratuita que recibimos para proteger, como espacio precioso de la convivencia humana y como responsabilidad cuidadora del señorío del hombre.
La tala inmoderada daña el ambiente
La desforestación afecta a Michoacán