La vida sentimental del expresidente Peña Nieto, es de índole privada; si se divorció o no de Angélica Rivera, es nota para las revistas del corazón; si fue captado en Madrid con una nueva pareja, es marketing para un buen encabezado; sin embargo, si el exmandatario tuvo la capacidad financiera para adquirir una propiedad en uno de los fraccionamientos más exclusivos y costosos de Madrid, donde habita gente de la talla del futbolista Cristiano Ronaldo y del exentrenador del Real Madrid, Zinedine Zidane -quienes ganan decenas de millones de euros al año-, no es una nota para los diarios deportivos, debería ser una nota de ocho columnas para la prensa nacional, una gran alarma para el Gobierno federal y en consecuencia, una profunda investigación por lo que implica.
¿A cuánto ascendió el botín? Para nadie debe ser una sorpresa el hecho de que la situación en la que se encuentra el país es consecuencia de la larga historia de corrupción que hemos vivido por décadas, eso es un hecho simplemente innegable, como también lo es, que el sexenio anterior, el de Peña Nieto, ha sido el más voraz y cínico de toda la historia. Cada día nos encontramos algo nuevo, cada día se incrementan las cifras de lo robado, en cada rubro, en cada programa y en cada Secretaría, está la huella que marcó el sexenio pasado: corrupción e impunidad.
Aún faltan los resultados de las revisiones a la cuenta pública de 2018 por parte de la Auditoría Superior de la Federación y los números acumulados en el sexenio son escandalosos.
La Administración de Peña Nieto no solo incurrió, también fomentó, solapó y encubrió prácticas de enriquecimiento inexplicable en todos los niveles de gobierno. Fue en ese sexenio que se creó el modus operandi de las empresas fantasmas, que se reprodujo como si fuera el sistema “autorizado”, solo les faltó asignarle un NOM (Norma Oficial Mexicana). De igual forma, arrastró a nuestro país hasta convertirlo en el más corrupto de América Latina, de acuerdo a cifras de Latinobarómetro.
La magnitud tan apabullante de la corrupción terminó por trastocar la economía familiar de todos los estratos sociales, forzando a que el 33 por ciento del ingreso se diluya en actos de corrupción, de manera directa o indirecta. La corrupción del sexenio de Peña Nieto fue la principal causa del incremento, en millones, del número de pobres en nuestro país; de la putrefacción de muchas de las instituciones; de la gran deuda pública y de acuerdo con la información reciente del Gobierno federal, del desmantelamiento de nuestra industria energética.
Señor Presidente López Obrador: mientras la impunidad siga cobijando, como un manto divino, a Peña Nieto y su gavilla, la historia reciente seguirá siendo una afrenta para el pueblo de México.
Entiendo que la tarea es compleja, que reconstruir el país que le dejaron en sus manos implica un esfuerzo desorbitado y no quiere distractores; sin embargo, también es fundamental precisar que una de las razones fundamentales por la cual Usted recibió 30 millones de votos, incluido el mío, fue para que se hiciera justicia y dentro de ella, está el hecho de que los grandes ladrones de la pasada Administración, paguen por sus actos.
Cito un dicho del vulgo, sin desperdicio: “No le busque chichis a las hormigas”, el villano mayor está en Madrid y debería estar en prisión. Sin duda.
El sexenio de Peña Nieto se basó en la corrupción
La impunidad galopó durante el Gobierno peñista