“En este sexto aniversario de mi visita a Lampedusa, pienso en los que todos los días claman al Señor, pidiendo ser liberados de los males que los afligen. Son los últimos engañados y abandonados para morir en el desierto”, apuntó el Para Francisco.
Y agregó: “Son (también) los últimos torturados, maltratados y violados en los campos de detención; son los últimos que desafían las olas de un mar despiadado; son los últimos dejados en campos de una acogida que es demasiado larga para ser llamada temporal”.
El Obispo de Roma lo afirmó en su homilía en la Santa Misa por los Migrantes con motivo del VI Aniversario de su Visita a la Isla italiana de Lampedusa, celebrada en el Altar de la Cátedra de la Basílica de San Pedro.
El Sumo Pontífice ha dedicado espacios importantes a la defensa de los migrantes en todo el mundo, incluyendo a los de América del Norte con el problema que hay entre México y Estados Unidos, debido a la postura intransigente de Donald Trump.
El Papa Francisco defiende a los migrantes de todo el mundo
El problema de la migración es mundial, no sólo regional