El fallecimiento del Extesorero Mario Salguero Trujillo, quien estuvo en la administración de Gerardo Alcántar en el período 2015-2018, no sólo fue algo inesperado sino muy “inoportuno” para el proceso de la auditoría que ya autorizó el Congreso del Estado.
A través de la Auditoría Superior del Estado de Guanajuato (ASEG) habrá de analizarse todo el trabajo administrativo y financiero de ese período. Salguero Trujillo relevó a Claudia Salinas en la Tesorería, tras una mala labor que al inicio del período 2018-2021, le valió a la exfuncionaria una suspensión de seis meses de toda gestión pública. Y es que pagó más de 2.5 millones de pesos, sin soporte documental, a un abogado-coyote para que cubriera una aparente deuda del municipio con la Comisión Federal de Electricidad (CFE), lo que nunca prosperó.
Al ingresar a la Tesorería Mario Salguero, en coordinación con la Contraloría Municipal, detectó el pago indebido y actuó en consecuencia. Él, por fortuna, nada tuvo que ver. Quien autorizó el pago fue Gerardo Alcántar, quien lo ha negado y así, Claudia Salinas aparece entonces como la responsable del hecho. Es algo muy común cuando un “jefe” no asume su responsabilidad legal y social y culpa al encargado del área de todo, sin entender que es un asunto de corresponsabilidad. Salinas por su parte, hizo el pago porque se lo ordenaron, pero al final resultó la culpable.
La muerte de Salguero Trujillo entonces, para el esclarecimiento de la cuenta pública del pasado trienio municipal, incidirá de manera vital y algunos tal vez, aprovechándose del momento, lo habrán de culpar de cuanta anomalía logre detectarse. “¡Los muertos no hablan!”.
El Exalcalde entre tanto dice estar tranquilo y deja en claro que asumirá su responsabilidad. Esperemos los resultados y los nombres de los posibles culpables de las anomalías encontradas en el período 2015-2018. Ya veremos.
*.- “7 Días”, el ABC de la Semana,
Grupo de Comunicación y Análisis Político.