Científicos de la UNAM encabezan la vigilancia y monitoreo de un ‘enjambre sísmico’ que ocurre en Michoacán desde el pasado 5 de enero, fenómeno que ha causado 3 mil 287 microsismos.
El caso propició el rompimiento de fallas y fracturas en distintos niveles de la capa terrestre, que van de 40 a cinco kilómetros de profundidad, pero sin que sea indicativo del nacimiento de un volcán, afirman los especialistas.
Hugo Delgado Granados, Director del Instituto de Geofísica (IGf), explicó que desde inicios de este año ocurrió una serie de sismos en una región de Michoacán cercana al volcán Paricutín y a la población de Uruapan.
Inicialmente, como habrá de saberse, el registro lo hizo el Servicio Sismológico Nacional (SSN) con su red de estaciones sismológicas, y luego participaron expertos del IGf y de las universidades de Colima y Michoacana de San Nicolás de Hidalgo.
Los especialistas analizaron las fracturas del terreno
La zona sísmica ha registrado una gran intensidad