De AMLO a Trump: no soy cobarde ni timorato

Joaquín López-Dóriga, Milenio

Hace días, se tenía un día de ensueño: el T-MEC transitaba en el Senado, en México; en el Parlamento en Canadá, y en el Congreso en Estados Unidos.

Por la mañana, el Presidente Andrés Manuel López Obrador daba a conocer el envío de la iniciativa al Senado y a esa misma hora, Ricardo Monreal operaba con los coordinadores de las bancadas la convocatoria a un periodo extraordinario para aprobarlo el martes 18 de junio. El premier canadiense, Justin Trudeau, mandaba la iniciativa a su Parlamento en Ottawa, y Donald Trump enviaba al Congreso el borrador del documento para que lo discutieran y aprobaran en 30 días.

Pero en medio de esos felices procesos simultáneos, Trump subía un tuit que anunciaba una medida espectacular contra la migración que no tiene que ver con el cierre de la frontera.

 A las 2 de la tarde, en Radio Fórmula, el subsecretario Jesús Seade se confesó fascinado, y con toda razón, por el vuelco a este proceso que se había estancado y por la decisión de haber eliminado los aranceles al acero y aluminios mexicanos y canadienses, que eran un obstáculo insuperable para la negociación.

Estábamos en esa fiesta, cuando el Washington Post adelantó que Trump iba a gravar todas las importaciones mexicanas con un 5 por ciento de aranceles, lo que confirmaría él mismo vía tuiter diciendo que ese gravamen sería progresivo hasta 25 por ciento, hasta que resolviera el problema de la migración.

El anuncio fue un mazazo, que el mismo Seade, al anochecer, calificó de algo desastroso. Ante esta agresión de Trump y cuando se esperaba que el Presidente López Obrador se pronunciaría con el habitual “yo no me quiero confrontar, y respeto”, le envió una carta en un tono, que por enérgico, no se le conocía en esta relación.

Le dice que los problemas sociales no se resuelven con impuestos ni con medidas coercitivas. (…) el lema Estados Unidos Primero es una falacia. (… ) le propongo profundizar en el diálogo y por favor recuerde que no me falta valor, que no soy un cobarde ni timorato, sino que actúo por principios.

Y al final le propone que reciban a la misión de alto nivel que, encabezada por el canciller Marcelo Ebrard, está en Washington para llegar a un acuerdo en beneficio de las dos naciones. Eso es lo que queríamos: energía y dignidad.

 

AMLO pidió a Trump más diálogo para resolver diferencias

Trump gravaría todas las importaciones mexicanas con un 5%